La Sala I de la Cámara Federal ratificó el fallo en el que el juez federal Sebastián Casanello consideró que no había «siquiera una prueba directa» que indicara que Macri había ordenado espiar a su ex cuñado Daniel Leonardo o a Sergio Burstein, familiar de una víctima del atentado a la AMIA.
Casanello había sobreseído a Macri el 29 de diciembre, a pocos días del comienzo de su mandato presidencia, luego de que el ex jefe de Gobierno porteño pasara más cinco años procesado en una cause que estuvo primero bajo la órbita del ex juez Norberto Oyarbide, cuando subrogaba el juzgado federal número 7.
Los camaristas Jorge Ballestero, Eduardo Freiler y Eduardo Farah resolvieron «confirmar el sobreseimiento de Mauricio Macri en orden a los hechos por los que fuera indagado y procesado» e hicieron mención a que «lo actuado no afecta el buen nombre y honor del que hubiera gozado», algo habitual en este tipo de fallos.
Los magistrados sostuvieron que no existen pruebas que permitan «vincular a Mauricio Macri con la ilegal intromisión en las comunicaciones de quien fuera su cuñado», Daniel Leonardo, uno de los denunciantes del espionaje ilegal.
En el pasaje más duro del fallo, Ballestero cuestionó la intervención de Luis Conde, el abogado de Leonardo, durante la audiencia ante la Cámara: «Incursionó en un repaso de su propia historia personal y de ciertas enseñanzas recibidas a lo largo de su vida. Sin embargo, ha sido poco lo que proveyó a este Tribunal en provecho de su posición, al menos en lo que a este debate interesa».
«No se ha preocupado por acompañar ni una sola prueba de lo que enuncia como para conmover el actual estado del sumario. Sus especulaciones acerca de lo que serían los móviles que determinaron la interceptación del abonado telefónico de Leonardo resultan huérfanas de todo dato o elemento que habilite a atender seriamente su oposición al decisorio adoptado», sostuvo el camarista.
En el marco de la investigación por escuchas ilegales, en septiembre del año que viene irán a juicio oral el «fino» Palacios, el espía Ciro James, el ex ministro de Educación porteño Mariano Narodovsky y dos jueces de Misiones que fueron destituidos de sus cargos.
La causa se inició a partir de una llamada anónima al familiar de una víctima del atentado a la AMIA, Sergio Burstein, en la que le advertían que su teléfono estaba intervenido.
«En cuanto a la escucha de Burstein, es Guillermo Montenegro (ex ministro de Seguridad porteño) el que termina de alejar a Macri de la escena, al tiempo que relativiza en sumo grado su incidencia sobre el área de seguridad, sobre Jorge Palacios y, por ende, sobre el aparato clandestino de inteligencia -la segunda parte de la imputación», había sostenido Casanello cuando sobreseyó a Macri.
En referencia a las escuchas sobre Daniel Leonardo, ex marido de una de las hermanas de Macri, el juez había dicho: «Detrás de la intervención ilegal del teléfono de Leonardo asoma Franco Macri, pero a través de agencias de seguridad privadas y personas interpuestas, lo que diluye su responsabilidad».
En mayo del 2010, el entonces juez Oyarbide había procesado a quien era jefe de Gobierno porteño por el espionaje ilegal, fallo que fue ratificado después por la misma sala que hoy confirmó su sobreseimiento.
«No ha de desconocerse que en una primera oportunidad esta Sala, por acuerdo de sus tres miembros, resolvió confirmar el procesamiento de Mauricio Macri en orden a un panorama probatorio que, ante la instancia transitada, se exhibía suficiente para vincularlo al proceso», recordó Ballestero.
La confirmación del procesamiento por parte de la Cámara generó que Oyarbide cerrara la instucción, pero esa decisión fue anulada por Casanello cuando se hizo cargo del juzgado vacante y, por ende, de la causa.
(Telam)