Su detección en el noroeste provincial sorprendió a los biólogos expertos. Hasta ahora esta especie habitaba Paraguay, Bolivia y el norte argentino. Está en serio peligro de extinción.
Eulogio Quiroga dijo que lo había cazado hace un tiempo y que el cráneo estaba en la casa de su hermano Abraham. También hacía un tiempo que el biólogo Ricardo Torres y sus colegas andaban detrás del pecarí chaqueño (Catagonus wagneri , su nombre científico).
Desde siempre los pobladores del noroeste provincial distinguieron dos pecaríes entre la fauna local: el “chancho morito” (pecarí de collar) y el “chancho moro” o “rosadillo” (pecarí chaqueño). Pero hasta que Torres no observó el cráneo del animal cazado por Eulogio, no pudo confirmarlo.