Representantes de la fundación María de los Angeles disertaron sobre la conflictiva situación de la trata de personas en Córdoba y advirtieron que «se debe avanzar en plantear penas a los clientes»
El encuentro fue en el marco de las jornadas de debate sobre el delito de la trata, organizado por el Sindicato de Amas de Casa.
Susana Trimarco, desde el secuestro y desaparición de su hija el 3 de abril de 2002, encaró una desesperada búsqueda y en el camino puso al descubierto el delito de trata de personas. El 19 de Octubre del 2007, creó la Fundación para brindar asistencia integral a las víctimas así como también recibir denuncias y ofrecer contención y asesoramiento a familiares. En julio de 2008 inauguró el primer refugio especializado del país en Tucumán. De este proyecto se han replicado los protocolos de asistencia en Buenos Aires y Córdoba.
«Entendemos por asistencia integral el brindar gratuitamente apoyo legal, psicológico y social, judicializando las causas de las víctimas de Trata de Personas, aplicando la Ley 26.364 de Sanción, Prevención y asistencia Integral; ofreciendo, a través de la terapia, la posibilidad de elaborar las situaciones traumáticas vividas para ayudarlas a conformar un nuevo proyecto de vida; y realizando un relevamiento social que permita detectar sus carencias y gestionar lo imprescindible para cubrir todas sus necesidades», indicaron desde la Fundación.
Señalaron que, «otro eje de acción de esta institución es la capacitaciónsobre la trata de personas orientada a jueces, fiscales, operarios policiales y la sociedad en general, la cual permite fortalecer las herramientas que tenemos para combatir éste delito y sensibilizar para que se comprendan en profundidad sus implicancias».
La visión de la Fundación María de los Ángeles «es ayudar a erradicar la trata de personas en la Republica Argentina, y mientras tanto asistir a víctimas en cada una de las provincias del país, trabajando de manera articulada y sostenida con el Estado».
Entrevista completa
El flagelo de la trata en datos
Columna: Pablo Callejón