En La Noche de Mirtha, Carlos Regazzoni, titular del organismo, analizó las medidas que necesitan tomarse en el corto plazo. Prometió la provisión de medicamentos de última generación para los jubilados y pensionados. Además, anunció que el Hospital de Clínicas será una institución de cabecera para los afiliados porteños.
Luego de 12 años de gobiernos kirchnerismo, el PAMI arrastraba una herencia de desmanejo y corrupción. No era «una isla en el país de Lázaro Báez», afirmó en los últimos días Carlos Regazzoni. En La Noche de Mirtha, el actual titular del organismo relató cuál era la situación al 10 de diciembre de 2015.
«El padrón tenía 400 mil personas fallecidas por las que se pagaban servicios de salud. Había siete mil personas fallecidas a nombre de quienes se compraban remedios y que luego se vendían en el mercado negro. Sobreprecios en prótesis, viajes en ambulancia inexistentes y dos clínicas inexistentes que le cobraban al PAMI 25 millones de pesos», enumeró.
En un proceso de saneamiento que, a pedido de Mauricio Macri, empezó el 10 de diciembre, Regazzoni reconoció que están corrigiendo la provisión y distribución de algunos medicamentos «de última generación» para los afiliados. En este sentido, se habían retirado del nomenclador de la obra social 160 remedios que eran obsoletos.
Para mejorar la atención que el PAMI brinda a los jubilados y pensionados, Regazzoni dijo que reequiparán al Hospital de Clínicas, que depende de la Universidad de Buenos Aires, y lo designarán como institución de cabecera para los vecinos de la ciudad de Buenos Aires. En la actualidad integran esa nómina los hospitales Español, Francés y César Milstein.
Entre los puntos a mejorar de la obra social, Regazzoni se refirió a la administración de los sepelios y los reintegros que reciben a los familiares de los afiliados. «Es algo que tenemos que mejorar», afirmó.