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Taxistas y remiseros protestan frente al Concejo Deliberante por un precio diferenciado en el GNC, tras las abruptas subas que elevaron sustancialmente el combustible en el primer trimestre del año.
Los trabajadores del volante habían amenazado con una protesta en las calles si no hay acuerdo por un trato preferencial de los estacioneros. Aseguran que influyen en el 25 por ciento de las ventas de GNC y que la suba impacta fuertemente en los costos.
Barotti admitió que «no hay margen para nuevos incrementos de tarifas en el servicio de taxis y remises porque el resultado será que la gente no podrá viajar».
El parlamento local había aprobado a fines de marzo la nueva tarifa para taxis. La bajada de bandera pasó a costar $20, la ficha $1 y la espera llegó a $1.