Con el temor de la prematura eliminación, Racing se presentó en La Paz con una formación mezquina, que no dejaba dudas en relación a las intenciones de Facundo Sava. Como el Bolívar debía ganar por dos goles para quedarse con su boleto a los octavos de final de la Copa Libertadores, el Colorado salió a la cancha con un solo punta: Lisandro López.