El vicepresidente de Ecuador, Jorge Glas, informó hoy de que la cifra de muertos por el terremoto que afectó el sábado al norte de ese país ascendió a 235 y la de heridos ya es de 1.557, al tiempo que descartó un alerta por tsunami.
Glas, quien se encuentra en las poblaciones de Manabí, en el centro costero, las más afectadas por el sismo, indicó que para el auxilio de los heridos se trasladaron dos hospitales móviles a la zona y 241 profesionales de la salud entre paramédicos, médicos e integrantes de la Cruz Roja Ecuatoriana.
El funcionario dijo que llegó ayuda de Venezuela y en las próximas horas se espera de Chile y de Colombia el aporte de vituallas y expertos rescatistas.
Con estos datos la cifra de muertos asciende al menos a 235, mientras que otras 1550 resultaron heridas como consecuencia del terremoto de 7,8 grados en la escala abierta de Richter que azotó ayer el norte de la región costera de Ecuador, y que también causó múltiples daños materiales que aún se evalúan.
Glas, en una comparecencia ante los medios de comunicación, remarcó que la cifra de fallecidos podría aumentar debido a los daños generados en la zona afectada.
Aseguró que la situación es particularmente «compleja» en el balneario costero de Pedernales, en la zona del epicentro, donde a los equipos de rescate y asistencia les ha sido difícil llegar.
El terremoto se produjo a las 18.58 hora local del sábado, entre los balnearios costeros de Cojimíes y de Pedernales, en la provincia de Manabí y colindante con la vecina Esmeraldas, que también ha sentido el impacto de las réplicas.