El mensaje de Luis Mercau, quien perdió su vista a raíz de la diabetes, es alentador. Es electricista de oficio desde los 18 años, pero luego del 2001 cuando se le presentó la enfermedad comenzó a menguar su vista, por lo que un año más tarde quedó completamente ciego.
“En ningún momento me entregué para nada”, dice Luis con firmeza. Y por allí va su mensaje… Tiene 56 años, es padre de tres hijos y no se ha rendido ante la mala experiencia que tuvo que enfrentar. Anima a las personas con este tipo de discapacidad que “no se den por vencidos” y a los familiares de éstos, “ayúdenlos, pero no en demasía, que ellos tengan libertad para continuar su vida normalmente”, expresó.
Luis Alberto Mercau realiza todo tipo de instalaciones eléctricas en industrias, comercios y en hogares particulares. Sólo necesita que alguna persona pueda indicarle los colores. “Con solo tocarlo con mis manos, la información se transmite a mi cerebro”.
Manifiesta que la tarea que realiza ya no le cuesta por la trayectoria y experiencia a lo largo de los años y que de acuerdo a lo que ha podido investigar, es el único electricista ciego de Sudamérica.