Mientras en Argentina se le extraen recursos al campo, en Brasil se le destinaran 53 mil millones dólares en un plan Agrícola y Ganadero para el 2009-2010; la mayoría del presupuesto, unos 45.792 millones de dólares, estará destinado a la agricultura comercial, con un aumento del 42,3 por ciento en comparación con el plan anterior. La idea es estar preparado para cuando amaine la crisis en Estados Unidos y Europa, y empiecen a elevar su nivel de consumo.
El plan incluye el reajuste del 65% de la media de los precios mínimos de comercialización de 33 cultivos, que incluyen los principales productos de exportación del país, entre ellos por el arroz que subirá 20 por ciento; el de la leche, 15 por ciento; el de la mandioca, 12 por ciento; el de la soja, 10 por ciento; y el del maíz, 6 por ciento.
También se incrementan en un 20 por ciento el volumen de créditos con tipos de interés fijos destinados a los productores agrícolas, que alcanzó una cifra récord de 26.831 millones de dólares.
El gobierno está estudiando un nuevo modelo de financiación para el sector, con el que se eviten trabas del pasado, cuando los agricultores encontraron dificultades para financiar sus negocios con China, lo que causó un nivel elevado de endeudamiento.
También se anunció la creación de un fondo que sirva para asegurar a los productores ante adversidades climáticas, que será analizado por el Congreso con carácter de urgencia.
Una completa asimetría con Argentina en la cual al sector agrario y agroalimentario se le extraen recursos para subsidiar a sectores ineficientes; en Argentina los agricultores cobran por debajo del precio de mercado, en Brasil se les garantiza un precio mínimo; en Argentina se ponen trabas a las exportaciones, en Brasil sus funcionarios hacen lobby en el resto del mundo para abrir mercados
Allá se subsidia a las exportaciones, en Argentina se demora el reintegro del IVA por los saldos a favor que se generan al adquirir mercadería en el mercado interno para exportarla –recordemos que al vender afuera no se puede cargar el IVA- y esa demora indirectamente es una forma de financiar a un Estado ineficiente y a quienes medran con el.
Esta es una publicación de Fundación EGE con la colaboración del Lic. Claudio Forlani – Miembro de Fundación EGE, info@fundacionege.org