Ante la jueza Fabiana Palmaghini, a cargo de la investigación, el ex agente de inteligencia participó de una audiencia que entró en receso alrededor de las 19, con la expectativa de que el ex espía continúe con su declaración dos horas más.
El ex agente de inteligencia Antonio Stiuso declaró durante unas nueve horas en la causa sobre la muerte del fiscal Alberto Nisman ante la jueza Fabiana Palmaghini, a cargo de la investigación, y la audiencia entró en receso alrededor de las 19, con la expectativa de que el ex espía continúe con su declaración dos horas más.
Un fuerte dispositivo de seguridad se implementó desde temprano en el Palacio de Tribunales en las adyacencias del Juzgado de Instrucción a cargo de Palmaghini, al que Stiuso llegó alrededor de las 8 para evitar a la prensa, aunque recién comenzó a declarar poco antes de las 10.
Stiuso declaró bajo juramento de decir la verdad y respondió preguntas de la magistrada, la fiscalía y los abogados de las querellas que representan a las dos hijas menores de Nisman y a la madre y la hermana del ex titular de la UFI AMIA, y según trascendió de fuentes allegadas a la causa su testimonio podría mantenerse como «confidencial».
En cambio, no estuvo presente en la audiencia, aunque sí en los alrededores del Palacio, el abogado de Stiuso, Santiago Blanco Bermúdez, quien asistió a la primera declaración testimonial, que el ex agente de inteligencia prestó el 17 de febrero de 2015, casi a un mes de la muerte de Nisman.
Stiuso testificó tras estar un año fuera del país y antes de que la sala VI de la Cámara del Crimen resuelva si la causa por la muerte del fiscal Alberto Nisman continuará en la justicia ordinaria o pasará a la esfera federal.
En su anterior declaración, justo un mes después de la muerte del fiscal, Stiuso aseguró que no respondió a los tres llamados desde el nextel de Nisman porque no los escuchó, tras lo cual abandonó el país hasta hace diez días, cuando regresó por vía terrestre desde Uruguay.
Previamente había comunicado su disposición a declarar nuevamente tras el cambio de gobierno, lo que abre expectativas sobre lo que pueda decir.
Para los próximos días está prevista también una nueva junta, esta vez interdisciplinaria con criminalistas y médicos, para aclarar los “puntos oscuros” de las anteriores, muchos de ellos mencionados por el fiscal Ricardo Sáenz en su dictamen.
En la anterior tuvieron un peso decisivo los peritos de la División de la Policía Científica de la Federal, a la que sumarán ahora los de la Gendarmería, convocados por Palmaghini.
También participarán expertos del Cuerpo Médico Forense que depende de la Corte Suprema de Justicia, que en su primer informe horas después de la autopsia habían sugerido un suicidio.
En una carrera contrarreloj, la jueza intenta realizarla antes del 18 de marzo, cuando la sala VI de la Cámara del Crimen convocó a una audiencia para escuchar a las querellas y luego decidir.
El Tribunal está integrado por los jueces Marcelo Lucini, Mario Filozof y Rodolfo Pociello Argerich, este último en reemplazo de Luis Bunge Campos.
La primera intervención del tribunal con su nueva integración se producirá precisamente cuando revisen la apelación de los abogados Juan Vigliero, Federico Casal y Manuel Romero Victorica, por las hijas de Nisman, y Pablo Lanusse, por Sara Garfunkel, la madre del difunto fiscal, para que la causa pase al fuero federal.
El fiscal fue hallado muerto el 18 de enero de 2015 en el departamento que ocupaba en el piso 13 de una torre del complejo Le Parc, en la zona de Puerto Madero, de esta capital, con un balazo en la cabeza y, junto a su cuerpo, el arma de la que salió el disparo mortal.
El arma pertenece al técnico en informática Diego Lagomarsino, imputado en la causa, pero no por presunto homicidio.