Los gendarmes Luis Naser y Cristian Moya llevan casi 90 días detenidos por el megaoperativo antidrogas en la Terminal de Omnibus que habrìa desbaratado una banda narco con vìnculos en la fuerza de seguridad. Sin embargo, para las familias de los sospechosos no hay pruebas que confirmen el nexo con la venta de estupefacientes.
Los padres de Naser llegaron desde Orán, en Salta, para defender a su hijo y quitarle el rótulo de «narco gendarme».
El padre de Luis Naser, quien lleva su mismo nombre, aseguró que su hijo había informado a Gendarmería sobre el accionar que iban a llevar a cabo la mañana del operativo en la Terminal. Sostuvo que la fuerza de seguridad «se lavó las manos» y advirtió: «Luis siempre quiso ser gendarme, tenía una trayectoria intachable y es totalmente inocente».