Fuentes policiales dijeron que los 13 asaltantes robaron esta mañana un vehículo diplomático estadounidense, con el que se presentaron en el hotel y asi pudieron acceder a sus instalaciones, generalmente concurridas por extranjeros.
Yihadistas armados tomaron hoy como rehenes a 170 personas en un hotel de la capital de Mali, y la operación de rescate lanzada siete horas más tarde de comenzado el ataque terminó con 40 muertos -27 de ellos entre empleados y clientes y 13 asaltantes, todos abatidos por un comando fuerzas del país africano.
Un grupo de hombres irrumpió esta mañana en el lujoso hotel Radisson Blu, ubicado en pleno centro de Bamako y concurrido frecuentemente por extranjeros -militares, cooperantes, diplomáticos- que negocian o cooperan en el convulso norte de Mali, donde operan separatistas tuareg y grupos islamistas.
Según cifras de la Misión de la ONU en Mali (Minusma), fallecieron 27 civiles y 13 atacantes desde que comenzó el ataque, pero el gobierno maliense solo informó de 22 civiles muertos y dos atacantes, tras anunciar que la toma de rehenes había finalizado, informó la agencia de noticias EFE.
El ataque fue reivindicado por dos grupos yihadistas activos en el Sahel: Al Murabitun, dirigido hasta su muerte en mayo pasado por el argelino Mokhtar Belmokhtar, y Al Qaeda en el Magreb Islámico (AQMI), que afirmaron haber actuado conjuntamente en una llamada a la agencia de noticias Al Ajbar.
Fuentes policiales dijeron que los 13 asaltantes robaron esta mañana un vehículo diplomático estadounidense, con el que se presentaron en el hotel y asi pudieron acceder a sus instalaciones, generalmente concurridas por extranjeros.
Y precisaron que los yihadistas armados entraron en el hotel al grito de «Alahu Akbar» (Dios es grande, en árabe) y declararon que todos los presentes -clientes, trabajadores y guardias del hotel, de diversas nacionalidades como estadounidenses, chinos, belgas, pakistaníes y alemanes, entre otros- que estaban secuestrados.
La toma de rehenes duró siete horas. Antes de que se produjera la operación de liberación de las fuerzas de seguridad malienses, los asaltantes liberaron a algunos rehenes, incluyendo a aquellos que eran capaces de recitar versos del Corán, mientras que otros lograron escapar.
La Policía acordonó la zona cercana al hotel, que era sobrevolada por helicópteros de la Minusma y del Ejército maliense, mientras alrededor de la zona vallada se congregaron muchas personas que aplaudieron al ver llegar a los militares de las fuerzas especiales para liberar a los rehenes.
Los militares malienses fueron ayudados en la operación por fuerzas especiales de la Gendarmería francesa enviadas desde París, además de soldados estadounidenses presentes en Mali y soldados del contingente nigeriano de la Minusma.
El asalto al hotel comenzó por la tarde, siete horas después de la llegada de los secuestradores, y durante horas se pudo oír un intenso tiroteo dentro del hotel, que causó la muerte de los 27 rehenes (varios de ellos occidentales, pero no se conocen sus nacionalidades) y de los 13 asaltantes.
Los rehenes que pudieron ser evacuados tras la operación de asalto fueron conducidos en ambulancias de la ONU a un pabellón de deportes cercano para recibir los primeros auxilios; algunos de ellos abandonaban el hotel ensangrentados y aparentemente en estado grave, informó EFE.
Los cuerpos de los muertos fueron retirados del hotel y llevados a un lugar desconocido, mientras que la Policia Científica trabaja para identificarlos.
Entre las víctimas fatales del ataque se encuentra un funcionario del Parlamento belga que había asistido a una convención en Malí.