«La detención arbitraria genera resentimiento y discriminación» señala la madre de un joven detenido 20 veces por presuntas contravenciones. Hoy es una de las impulsoras de la Marcha de la Gorra y vocera barrial del reclamo de miles de chicos que no pueden salir de sus barios y son detenidos por presunto «merodeo».
Como ella, dirigentes estudiantiles, militantes sociales y referentes de la ciudad plantearon su preocupación por un Código que impulsa la segregación por la «portación de rostro».