«Mi hija tendrá lesiones de por vida y no hay plata que pague lo que le hicieron»

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El fiscal de Instrucción Javier Di Santo elevó a juicio la causa por el brutal ataque a puñaladas a Meli González y acusó al único imputado, Juan Gabriel Herrera, de «intento de homicidio».
En diálogo con Telediario, Alejandra Ledesma, la madre de la joven agredida, dijo que hubo un ofrecimiento económico de más de 70 mil pesos como resarcimiento para evitar el proceso judicial y adelantó que será rechazado. «No queremos dinero, esperamos que le den el máximo de la pena», enfatizó la mamá.
Alejandra resaltó que la familia «está contenta por la decisión de elevar a juicio la causa, aunque no vamos a aceptar el dinero que nos ofrecieron».
«El ataque fue sin causa, a ella no la conocían. Si sale libre lo volverá a hacer con otra mujer. Nosotros no queremos plata, buscamos Justicia», subrayó.
Para la mamá de Meli, «está claro quien es el responsable y debe pagar por lo que hizo con la pena mas alta»
«Mi hija va avanzando de a poquito con las terapias. Hay días que está bien y otras veces, aparece decaída. Tienen que tener en cuenta que tendrá lesiones de por vida y no hay plata que pague lo que le hicieron», expresó.
Agregó que Meli «vive en casa encerrada, sin amigas y con la única compañía de su familia».

La declaración de Meli y de otros testigos permitió determinar que solo uno de los sospechosos protagonizó la agresión con golpes y puñaladas en un baldio ubicado en Marcelo T. de Alvear, a metros de la rotonda Seminario.
La víctima debe enfrentar un largo proceso de recuperación motriz y neurológico debido a las graves secuelas que le provocó el ataque.

El hecho

Según surge de la investigación del fiscal Di Santo, el pasado 16 de junio, a las 23,50, Melisa González, de 17 años, caminaba por Marcelo T. de Alvear con rumbo a la casa de un amigo, desde el Colegio Ipem 95 Mariquita Sánchez de Thompson, cuando fue abordada por Juan Gabriel Herrera.
El agresor se desplazaba al comando de una motocicleta y descendió del rodado «exigiendo a Melisa que le diera un beso, momento en el cual se le cayó al piso de entre sus ropas un cuchillo, que inmediatamente recogió y volvió ocultar».
«Interponiéndose insistentemente en su camino, el acoso se prolongó por alrededor de unos treinta metros, y ante la negativa de Melisa a acceder a sus propósitos, sorpresivamente la tomó con sus manos y la condujo por la fuerza hacia el interior de un terreno baldío ubicado en la esquina Noroeste»
«Con ánimo homicida por su sola condición de mujer y con la intención de causar un mayor dolor y padecimiento, comenzó a golpearla con puños y pies, a la vez que le asestó con el arma blanca que portaba veintidós heridas de diferentes diámetros y direcciones varias en tórax, antebrazos, manos, mejilla izquierda y región cervical derecha, siendo las de mayor gravedad las recibidas a nivel de hemitórax izquierdo y en cuello, con daños vasculonerviosos, que demandaron su prolongada internación en la unidad de terapia intensiva del policlínico San Lucas», relató el fiscal.
Agregó que «las lesiones descriptas pusieron en peligro la vida y dejaron secuelas importantes en la movilidad de sus extremidades izquierdas hallándose la joven a la fecha en proceso de rehabilitación».
«Una vez concluida la agresión, Herrera corrió hacia el motovehículo, para inmediatamente tomar nuevamente su comando y alejarse rápidamente del lugar», precisó.

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