Una familia estadounidense le atribuye al Papa argentino la milagrosa curación de su beba con Síndrome de Down y una grave afección cardíaca.
Los padres y hermanos de Ave Cassidy, viajaron a Roma en 2014 y participaron de la canonización de Juan XXIII y Juan Pablo II.
Luego esperaron bajo la lluvia la llegada del Papa Francisco en el papamóvil. El Papa, que ya estaba al tanto de las condiciones de salud de la beba, la tomó en brazos, con una mano sobre el corazón de la beba la besó y la bendijo.
Una vez de vuelta en Estados Unidos, los padres de Ave la llevaron al médico y la afección estaba casi curada.
Ave tenía dos agujeros en el corazón; uno se había cerrado y el otro reducido a la mitad.
La familia Cassidy asegura que se trata de un milagro del Santo Padre, que como se ve en la foto, puso su mano sobre el corazón de Ave.