Un grupo de vecinos manifestó su alarma por un tiroteo entre jóvenes frente al sector del Andino, detrás del edificio del PEAM. El hecho ocurrió en la tarde del domingo, poco después de las 18.
Gabriela Müller, directora del PEAM, resaltó que se encontraban inaugurando una muestra fotográfica cuando ocurrió el violento episodio.
«En la hora señalada me encontraba preparando la apertura de la muestra y no advertí ningún disturbio. Más allá del hecho descripto, quiero llevar tranquilidad a los alumnos, docentes y publico en general ya que el PEAM esta abierto de 8 y 30 a 19 y a veces 21 hs y nunca ha ocurrido un hecho que nos pudiera alarmar. Sin embargo contamos con una guardia para llevar tranquilidad a los circulantes en caso que hubiera necesidad de asistencia», señaló la funcionaria universitaria.
AÑadió que no desestima «de ninguna manera, la ocurrencia del hecho mencionado», aunque sostuvo que se trata «de un episodio aislado»
«Nuestra permanecia en el sector es contínua, un hecho como tantos que ocurren en esta ciudad y en tantas otras de todo el mundo», opinó.
El hecho
Según señalaron los vecinos, dos chicos en motocicleta arribaron al lugar y tras caminar algunos metros efectuaron al menos dos disparos contra otro grupo de jòvenes y una mujer de 23 años resultó lesionada. Hasta el sector, llegó la ambulancia con móviles policiales, aunque los agresores ya se habían dado a la fuga.
«Un grupo de adolescentes, no tenían más de 17 años, estaba sentado aproximadamente a 10 metros de mi familia, tomando cerveza y vino y de pronto apareció otro adolescente caminando de forma apresurada, sacó un arma y disparó al grupo», relató una testigo que pidió preservar su identidad.
Añadió que su hijo de 4 años «quedó parado frente al sujeto quién en una carrera se dirigió hacia el grupo, les quitó de las manos algo y volvió a disparar».
«Lastimó a una chica en uno de sus tobillos, aunque ella no tenía nada que ver. El agresor salió corriendo como sí nada y los agredidos desaparecieron como por arte de magia. Un promedio de 5 veces llamé al 101 y no atendían, cuando logré la comunicación era con Córdoba , decían que nada podían hacer. Que mal que estamos. Fueron los segundos más eternos de mi vida», subrayó.
Luego, agregó: «De sólo ver a mi pequeño detenido en medio de tal brutalidad a sólo dos pasos del arma que dirigía la situación en cámara lenta como sí se tratara de un mal cuento. No podía hacer nada. Ya no hay tranquilidad en ninguna parte. Hoy un simple paseo podría haber terminado mal», relató conmocionada.