Los rodamientos son de origen chino e ingresaban al país mediante maniobras poco claras.
Operaciones de contrabando a gran escala y por varios millones de dólares desde China a la Argentina fueron desbaratadas en una compleja investigación de la que participaron inspectores de la delegación cordobesa de Aduanas, con la coordinación del fiscal federal 2 de Córdoba, Gustavo Vidal Lascano.
Lo que se conoce como “Operativo Rulemán”, consistió en un despliegue de tropas de Gendarmería y personal aduanero que se inició a las 9 del pasado 19 de agosto, con el allanamiento simultáneo de cinco empresas que importaban rodamientos (rulemanes) para distintos tipos de vehículos e incluso aviones. Están ubicadas en Marcos Juárez y San Francisco, en Córdoba; Casilda y Sastre, Santa Fe; y en Tortuguitas y en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
Además de las firmas importadoras, fueron allanados los domicilios particulares de los empresarios y se impidió la salida de toda persona que pudiera llevar elementos probatorios de los ilícitos investigados.
En esos domicilios se abrieron cajas fuertes y, en los casos en que no se podían abrir puertas, se convocó a cerrajeros y se hicieron desconectar alarmas, apuntaron fuentes judiciales.
Los 26 comisionados por Aduana de Córdoba relevaron soportes informáticos y documentación en soporte papel vinculados a las actividades de contrabando, y se incautaron computadoras y otros elementos de prueba que son analizados por la fiscalía de Vidal Lascano. En cuanto al material de rodamiento retirado de las plantas de importación, tiene un peso de 1.451 toneladas y está valuado en 7.119.896 dólares.
Las maniobras
La investigación surgió a partir de la presentación de un establecimiento industrial que produce rulemanes para el mercado interno e inclusive exporta a Estados Unidos, al detectar que sus principales clientes dejaron de comprar, y si compraban, lo hacían de manera esporádica, por ínfimas cantidades.
Tareas de inteligencia realizadas a lo largo de varios meses permitieron ir atando cabos y poner al descubierto presuntas maniobras que perjudicaban al país y a la industria nacional en varios millones de dólares.
Fabricantes chinos encontraron la forma de burlar las leyes argentinas utilizando empresas de Malasia o Indonesia que aportan boletas y sellos que fingen la producción de herramientas y piezas, como es el caso investigado en Córdoba.
En las cinco firmas allanadas, la proveedora de la mercadería, según los certificados de importación, fue Multiway Manufacturing, con domicilio en Malasia que es una fábrica textil. Es más, en Malasia nadie fabrica rodamientos, según subrayó uno de los informantes.
Con esta “triangulación”, los chinos evadieron el pago del arancel que torna onerosa la introducción de esos productos al país. El arancel fue impuesto por la Comisión Nacional de Comercio y, de acuerdo a lo establecido hasta ahora, el ingreso de rulemanes supuestamente fabricados en Malasia se comenzó a detectar en 2006. En 2012 ya habían inundado el mercado argentino, lo que hace incalculable el monto real de lo supuestamente contrabandeado.
“Nosotros investigamos sólo el tema de los rulemanes, pero seguramente habrá mercaderías y repuestos de otros rubros que entraron al territorio nacional con el mismo ardid”, estimó el fiscal Vidal Lascano, quien evalúa ordenar detenciones en los próximos días.
Imputaciones
La fiscalía promovió acción penal por los delitos de “contrabando agravado” y “falsificación ideológica de documentos públicos” contra: Bautista Ponte Ademar; Héctor José, Javier Adolfo y Rafael Mario Codini; Isaac Mario y Silvio René Aronzón; Armando Grosso; Rubén Oscar, Adrián Eduardo y María de Lourdes Tottis.
Los nombrados son propietarios de algunas de las siguientes empresas allanadas: Oripón, con domicilio en calle Jorge Loinas al 1900 de Marcos Juárez; Héctor Codini SA, con sede en avenida Urquiza 55, San Francisco; Totis SA, bulevar Lisandro de la Tore esquina Moreno, Casilda, Santa Fe; Rulemanes Los Porteños SAC, avenida Warnes 1532, 1534 y 1536, Ciudad Autónoma de Buenos Aires; Mar Ar Acrilic SRL, avenida Mitre 1232, Sastre, provincia de Santa Fe, de acuerdo a lo que consta en la causa.
También se allanó la firma SKF Argentina SA, de la localidad bonaerense de Tortuguitas, pero no se habrían detectado anomalías.
Otra empresa que es objeto de investigación, según una fuente de la fiscalía, es Tebsa SRL, de San Francisco, dedicada a la logística para comercializar directamente con China productos que son elegidos por los empresarios a los que se les facilitan viajes y contactos con empresarios de ese país.
Vidal Lascano solicitó varias medidas al juez federal 2, Alejandro Sánchez Freytes, como la declaración indagatoria de los 10 imputados y un oficio al Registro Nacional de Reincidencias para saber si estos registran antecedentes.
Especial importancia se asignó al exhorto internacional a la Justicia de Malasia para que informe si las empresas Cte Precision (M) SDN BHD, Silver Emperor Exporter, Hardwell Industries y Multiway Manufacturing están legalmente constituidas en ese país y si poseen establecimientos de rodamientos.
Lo más curioso es que los certificados utilizados para las operaciones que se suponen ilegales fueron presentados ante las autoridades de la Embajada argentina en Malasia y, ya en el país, ante la Dirección General de Aduanas dependiente de la Afip.
El millonario contrabando desbaratado obliga a funcionarios del Estado, en especial a los de la Embajada argentina, a verificar si los contenedores que llegan al puerto de Buenos Aires procedentes de Malasia contienen mercadería fabricada en ese país o se trata de contrabando para introducir productos elaborados en China.