VIENA.- Al menos 20 personas fueron encontradas muertas en un camión frigorífico que estaba estacionado en la banquina de una autopista en el Estado federado de Burgenland, en Austria , cerca de la frontera con Hungría.
Los cuerpos estaban en un camión de 7,5 toneladas, de procedencia eslovaca, que estaba abandonado en la autopista A4, entre el lago Neusiedl y la localidad de Parndorf, en Burgenland.
Las nacionalidades de quienes murieron se desconocen, aunque se cree que podrían ser inmigrantes. Se cree que murieron asfixiados.
El director de la Policía del estado de Burgenland, Hans Peter Doskozil, aseguró en conferencia de prensa que han lanzado una operación para dar con el conductor del vehículo.
Los investigadores creen que el camión estaba estacionado en el mismo lugar desde ayer. Un empleado del servicio de mantenimiento de autopistas lo detectó y llamó hoy a la Policía para alertar.
Cuando los agentes abrieron el camión, los cadáveres ya mostraban señales de descomposición, explicó Doskozil, quien no precisó el motivo de las muertes, a la espera de los análisis forenses.
«Esta tragedia nos ha conmocionado a todos», declaró la ministra del Interior, Johanna Mikl-Leitner, en una rueda de prensa.
«Los traficantes de personas son criminales» que sólo buscan provecho económico, agregó, y prometió hacer todo lo posible para dar con los responsables.
El macabro hallazgo tuvo lugar mientras la canciller alemana, Angela Merkel , y los líderes de los Balcanes se disponían a reunirse en Viena para buscar una solución a la crisis migratoria.
«Estamos conmocionados por esta terrible noticia. Murieron (…) cuando venían a buscar seguridad» declaró Merkel. «Es una advertencia para ponernos a trabajar, resolver el problema y demostrar solidaridad», agregó.
Ayer, la guardia costera italiana encontró 55 cadáveres a bordo de tres embarcaciones desbordadas de personas que intentaban entrar a Europa atravesando el mar Mediterráneo. En total, ayer fueron rescatados unos 2000 migrantes y refugiados en ocho operaciones.
Desde principios de 2015, una cifra récord de personas procedentes de zonas de conflicto en África, Asia y Oriente Medio han intentado llegar a Europa.