«Pido perdón por los crímenes contra los pueblos originarios de América en nombre de la Iglesia» En un multitudinario encuentro en Santa Cruz de la Sierra, el Papa pidió además a los movimientos populares a no achicarse «frente a un sistema que impone ganancias a cualquier costo».
“Se han cometido muchos pecados contra los pueblos originarios de América Latina en nombre de la Iglesia y, tal como lo dijo Juan Pablo segundo, es tiempo que la Iglesia se postre ante Dios y pida perdón por los pecados pasados y presentes», dijo el Papa Francisco ante cientos de delegados de movimientos populares de 40 países del mundo.
Francisco también recordó a «millares de sacerdotes y Obispos que se opusieron a la lógica de la espada con la fuerza de la Cruz. Hubo pecado y abundante pero allí también sobreabundó la gracia frente a esos pueblos originarios, recuerden a todos».
Instó además a los movimientos populares que defienden los derechos de los excluidos a «no achicarse frente a un sistema que impone las ganancias a cualquier costo» ya que «el futuro de la humanidad está en las manos de los más humildes, en su capacidad de organización y en la búsqueda colectiva de las tres T: Tierra, Techo y Trabajo».
El papa Francisco cerró hoy el segundo encuentro de los movimientos populares conformados por artesanos, campesinos, pueblos originarios, cooperativistas e integrantes de fábricas recuperadas, entre otros, durante el segundo día de su visita a Bolivia.
«Los movimientos populares tienen tres desafíos por delante -destacó el papa Francisco- poner la economía al servicio de los pueblos, unirlos en el camino de la Paz y la Justicia y defender a la Madre Tierra» al tiempo que agregó que el futuro de la humanidad «está en manos de los movimientos populares».
El Santo Padre hizo alusión además a que «hay que reconocer que necesitamos un cambio, hablo de los problemas comunes de todos los latinoamericanos que tiene una matriz global y que ningún Estado puede resolver por si mismo».
«Queremos un cambio real, un cambio de estructuras, este sistema que busca las ganancias a cualquier costo y que llamo ‘el estiércol del Diablo’, ya no se aguanta, no lo aguanta ni los trabajadores ni los campesinos ni la hermana Madre Tierra» y añadió «me alegra tanto que la Iglesia se sienta cercana a los movimientos populares».
«En serio las cosas no andan bien en un mundo donde hay tantos campesinos sin tierra, trabajadores sin derecho y personas heridas en su dignidad, estallan tantas guerras sin sentido y la violencia fratricida se adueña de nuestros barrios», dijo el Sumo Pontífice.
«Hay un anhelo de cambio en todos los pueblos del mundo, incluso dentro de las minorías reducidas que cree beneficiarse con este sistema, donde reina la insatisfacción y la tristeza. Muchos esperan un cambio que los libere de esa tristeza individualista que los esclaviza», enfatizó.
El Papa aseguró además que «ahora nos ensañamos con nuestra casa, con nuestra Madre Tierra, los científicos aceptan que se producen daños en el ecosistema, se castiga a la tierra y a los pueblos y a las personas de un modo salvaje por ese sistema que busca el dios Dinero». En este contexto llamó a los movimientos populares a «no achicarse porque el futuro de la humanidad esta en sus manos. Ustedes (por los movimientos sociales) son sembradores de un proceso de cambio que no llegará porque se impuso tal opción política»
«Hay que sostener un proceso social de cambio de estructuras que, si no viene acompañado de un cambio en el corazón, a la larga termina por corromperse, hay que cambiar el corazón», sostuvo el Papa.
Francisco también enumeró las nuevas formas de colonialismo vinculadas a «pautas alienantes de consumo, un nuevo colonialismo ideológico que viene de la mano de los medios de comunicación masivos».
Sostuvo además que el futuro de la humanidad «no está en manos de las grandes dirigencias, potencias y élites sino en manos de los pueblos y en su capacidad de organizarse»
«El colonialismo nuevo y viejo engendra pobreza, miseria y migraciones forzadas, pone la periferia en función del centro y se niega el derecho a un desarrollo integral.
Los movimientos sociales entregaron un documento al papa Francisco en el que destacan la defensa del trabajo como derecho humano, el rechazo a la precarización y la tercerización laboral, la defensa de los migrantes y los refugiados, y el impulso de una economía social y popular, entre otros puntos.
Francisco culminará mañana su visita a Bolivia con la visita a una cárcel mientras que mañana pasado el mediodía, hora de ese país, partirá hacia Paraguay, última escala de su gira, donde miles de argentinos lo esperan.