Realizaron intimaciones pero no hubo clausura.»Queremos que se verifiquen en condiciones de higiene y seguridad», resaltó Riera de AGEC, quien afirmó que «inicialmente los organizadores no quisieron permitir el ingreso porque son patoteros».
Funcionarios del Ministerio de Trabajo realizaron esta mañana un operativo en la feria de «La Saladita» ubicada frente a la Terminal. La medida surgió tras un pedido de AGEC, según lo confirmó a TD Digital Miguel Angel Riera.
«Queremos que se verifiquen en condiciones de higiene y seguridad», resaltó el sindicalista, quien afirmó que «inicialmente los organizadores no quisieron permitir el ingreso porque son patoteros».
Los gremialistas se concentraron fuera del predio a la espera del resultado del procedimiento del organismo oficial. Al concluir el relevamiento, señalaron que los puesteros serían «monotributistas» e intentan precisar si hay trabajadores dentro del lugar y en qué condiciones se desempeñan.
Por su parte, José María Dimitrosky, delegado del SIVARA, opinó que «AGEC no tiene nada que ver con esto porque los trabajadores son vendedores ambulantes».
Leonardo Arias, secretario general, dijo también que «los sindicatos de AGEC no tienen nada que hacer acà y se tuvieron que retirar».
«Hay muchos trabajadores en negro dentro de los comercios y eso es lo que debe preocuparlos».
Críticas
Vendedores ambulantes que tienen puestos en la Feria del Progreso, ubicada sobre calle Belgrano, cuestionaron con dureza al gremio del SIVARA que impulsa la realización de «la Saladita» en un predio frente a la terminal.
Los afectados también criticaron al municipio por brindar la habilitación de 10 días para el complejo comercial con más de 70 stands.
«En estas ferias son todos vendedores de afuera y no brindan posibilidades para quienes trabajan en la ciudad. El gremio no nos deja entrar porque cobran 1.700 pesos el metro de cada puesto, no es verdad lo que dice (José María) Dimitrosvky», indicó uno de los puesteros.
Añadió que «no podemos competir con los grandes que vienen de afuera porque algunos tienen puestos en La Salada y otros tienen talleres propios para la elaboración de ropa».
«El gremio utiliza la firma de los agremiados y no brinda fuentes laborales para la gente de Río Cuarto. Me extraña que el municipio no haya observado esto», enfatizó.
Agregó que «el año pasado se escuchó a concejales de la oposición afirmar que no iban a permitir más estas saladitas y este año el municipio vuelve a otorgar la autorización; esto pasa a ser una mafia».
«No hay vocación»
“No hay ninguna vocación en el Concejo para debatir la instalación de ferias” Lo dijo el concejal justicialista Mauricio Dova, quien afirmó que “hoy nada las regula pero tampoco nada las prohíbe”.
Dova consideró que el Ejecutivo debería involucrarse con el Edecom en el control de la mercadería y afirmó que “mucho de lo que se vende no tiene procedencia legal”.
“En esta ciudad hay muchas contradicciones: un decreto del intendente -Juan Jure- prohíbe la venta ambulante, pero están funcionando”, indicó.
Dova dijo que “la hablitación promueve productos varios, pero la feria no es la primera vez que viene y los inspectores del EDECOM deberían haber observado si la mercadería que venden es legal ó no”.
“No hay que prohibir, sino regular. Y establecer reglas para que no sucedan algunas cosas dentro de la feria. El problema es que en el Concejo Deliberante no hay ninguna voluntad en generar ordenanzas, aunque hay varios proyectos presentados. Entre ellos, uno de mi autoría”, enfatizó.
Durante 15 días
Volvió «La Saladita» a Río Cuarto y se radicará durante 15 días en el predio ubicado frente a la Terminal de Omnibus. Según señalaron los organizadores cuenta con 70 stands y «un 25 por ciento de los locales son de Río Cuarto».
Vendedores aseguraron que regresan «porque lo pide la gente de Río Cuarto» y señalaron que hay una amplia oferta en ropa, juguetes, artesanías y otros productos.
José María Dimitrovsky, responsable del Sindicato de Vendedores Ambulantes, había manifestado a Telediario que «todo se hizo en el marco de la ley».
«Al principio se pensó en utilizar el Corsódromo, aunque se resolvió avanzar en un predio privado. Para nosotros, la discusión con los comerciantes de Río Cuarto es algo superado y los hemos invitado a participar. Nosotros no nos negamos a un debate, pero no queremos que se nos excluya por un prejuicio social», resaltó.
El sindicalista admitió que han convocado a ambulantes de la ciudad, aunque sostuvo que «son muy especiales y no sabemos si van a participar».
Confirmó, además, que debieron pagar 25 mil pesos de multa el año pasado por extender el tiempo de permanencia de la feria más allá del plazo otorgado por el municipio. En total, estiman que invertirán 200 mil pesos entre alquiler del predio y las carpas, sistema de electricidad, seguros, asistencia médica, seguridad privada, publicidad y otros gastos.