Baltimore – En un intento de frenar el espiral de violencia, el gobernador movilizó a la Guardia Nacional, y declaró un toque de queda que no pudo evitar nuevos roces en las calles.
Por Leonardo Macciocchi[1]
Uno de los temas de enorme resonancia internacional de esta semana ha sido el estallido social en Baltimore, Estados Unidos, tras los enfrentamientos entre la policía y estudiantes que se movilizaban para despedir los restos de Freddie Gray, un joven afroamericano de 25 años que perdió la vida a causa de la brutal golpiza que le propinaron los policías mientras lo arrestaban. Durante los violentos episodios, 15 agentes resultaron heridos y unos 27 manifestantes fueron detenidos.
En un intento de frenar el espiral de violencia, el gobernador movilizó a la Guardia Nacional, y declaró un toque de queda que no pudo evitar nuevos roces en las calles. Desde la Casa Blanca expresaron su preocupación por el aumento de las tensiones, y el propio Barack Obama reconoció que el problema racial “lleva ocurriendo décadas” en Estados Unidos. Un problema que pone al descubierto, una vez más, la esencia exacerbadamente violenta con la que actúa Estados Unidos, no solo en el mundo, sino internamente, contra sus propios ciudadanos. La gran pregunta que habría que hacerse es qué impacto internacional hubiese tenido el mismo hecho en países que integran la lista negra elaborada por Washington, caso Irán, Venezuela.
Protestas en la región
En el Cono Sur también tuvieron lugar masivas movilizaciones, aunque obviamente, con una intensidad diametralmente menor. En Colombia, miles de maestros marcharon y acamparon frente al Ministerio de Educación para exigirle al gobierno una actualización salarial y mejora de los servicios de salud que reciben los docentes. Bajo el lema “Toma de Bogotá”, los educadores lanzaron un paro nacional que, hasta este jueves, iba por su noveno día. “Si el gobierno negocia con las Farc, por qué no negocia con los educadores”, protestaban lo manifestantes en las calles.
Sobre el conflicto con la guerrilla, el presidente Juan Manuel Santos, rechazó el lunes el alto al fuego bilateral, a raíz de los enfrentamientos entre las dos partes pocos días atrás.
Siguiendo con las protestas en la región, en Brasil los docentes también se movilizaron y chocaron con la policía, a la que no le tembló el brazo para repartir gas lacrimógeno, dejando un saldo de 150 personas heridas.
El lunes en Curitiba, la capital del estado de Paraná, grupos de docentes se reunieron en las puertas del Congreso para evitar que los legisladores aprobaran un proyecto de ley de recorte de los planes de jubilación y pensión de los profesores.
El fantasma de la corrupción
El mismo día, el Senado comenzó a discutir el polémico proyecto de ley que reglamenta la tercerización de los trabajadores, aprobada por la cámara de diputados, y a la que se oponen miles de ciudadanos y centenares de organizaciones sindicales y movimientos sociales que han protagonizado multitudinarias marchas simultáneas en más de 18 estados.
La presidente brasilera, Dilma Rousseff, dijo esta semana que la controvertida ley no debería atentar contra los derechos de los trabajadores.
Otra de los asuntos que definirá el Senado brasilero es el impeachment, el proceso de destitución política que busca poner marcha la oposición, de la mano del PSDB, por los casos de corrupción que involucran a varias figuras del gobierno y del Partido de los Trabajadores (PT). Un nuevo escándalo salpicó al gobierno con la detención, el pasado 15 de abril, del tesorero del PT, Joao Vaccari, detenido tras ser acusado de haber recibido sobornos y lavar dinero de la empresa estatal Petrobras.
Mientras tanto, en Chile, la presidente Michelle Bachelet, informó por cadena nacional reformas para combatir la corrupción, y dijo que su país “no es corrupto”, tras recibir un informe del Consejo Asesor Anticorrupción. Bachelet hizo un mea culpa sobre la falta de transparencia en la relación de la política con los negocios, y lanzó el sorpresivo anuncio sobre el proceso que se iniciará en septiembre para elaborar una nueva constitución, una tema pendiente que tiene Chile.
La Tierra tiembla
Pero lo que más preocupa a los chilenos por estos días, es la furia del volcán Calbuco que amenaza al sur del país. Este jueves registró una tercera erupción que obligó a las autoridades a declarar la alerta roja en la zona, y más de 2500 personas tuvieron que ser evacuadas.
Entretanto, en Nepal, el desbastador terremoto que ocurrió el sábado 25, ha dejado un saldo, según fuentes oficiales, de 5.800 muertos. Según informó la ONU, 8 millones de personas fueron afectadas por el fuerte sismo desbastó al país que, durante la semana, ha recibido ayuda humanitaria de distintos países.
En el desolador paisaje de los escombros, la terrible nueva postal nepalí, hubo lugar para los milagros. Durante las operaciones de rescates, soldados del Ejército rescataron a un bebé de 4 meses que estuvo 22 horas bajo los escombros, y a un joven de 28 años que sobrevivió tres días debajo de los ladrillos.