En la asamblea de anoche se aprobó, además, la refacción de la sede hoy abandonada. Gualtieri dijo que aportará los fondos para sustentar los arreglos.
Fue la crónica de un final anunciado, con una asamblea al filo de la Navidad y socios privados que dejaron la sede abandonada a su suerte. Con el voto mayoritario de los socios, se ayó definitivamente el contrato tras el fracaso del proyecto inmobiliario de Estudiantes.
Quienes plantearon su disidencia a la decisión fueron los integrantes de “Pasión Celeste”, encabezados por su candidato a presidente Martín Carranza. Señalaron que «no hay la información total del alcance del contrato y que acciones puede tener que afrontar el club en el futuro”.
En relación al arreglo de la sede, quedó evidenciado que será el club quien deba afrontar las refacciones aunque su actual presidente, Roberto Gualtieri, manifestó que todo el dinero necesario iba a salir de su bolsillo.