Mike Serino, un policía de Massachusetts, en Estados Unidos, tuvo la fortuna de toparse con una grata sorpresa cuando tomaba una rica cena. Una perla del tamaño de un guisante, y valorada en unos 10 mil dólares estaba en el fondo del plato de sopa de ostras.
Según la revista National Geografic, cuando Serino se encontró la perla en su plato de «sopa de almejas» hace ya seis años no le dio demasiado valor. Se la entregó a su hija que la guardó en su joyero hasta que hace tan solo cuatro meses el policía vio en las noticias la historia de una mujer que encontró una perla similar valorada en varios miles de dólares.
Fue entonces cuando se puso en contacto con la casa de subastas Kaminiski. Uno de sus tasadores afirma que reciben docenas de llamadas parecidas que normalmente quedan en nada, porque suelen ser perlas cultivadas o han perdido su forma y brillo después de ser cocinadas dentro de la ostra o almeja correspondiente.
Pero en este caso no sucedió así, y finalmente la perla será subastada el próximo domingo en la Casa de Remates Kaminski de Beverly, en Massachusetts. Por el momento fue valorada en 10.000 dólares, aunque los especialistas que han tenido acceso a la perla afirman que podría llegar a alcanzar una cifra cercana a los 15 mil dólares.
Según la casa de subatas se trata de un objeto único, ya que es muy raro que una almeja redonda, o «Mercenaria», produzca una perla con estas características.
Pese a la buena noticia del valor que puede alcanzar la pieza el policía puede enfrentarse tras la subasta a un problema, ya que a él le gustaría gastarse el dinero en un auto deportivo («la crisis de los cuarenta», dice), pero su mujer, Michelle, tiene en mente hacer reformas en la cocina.