La pericia psiquiátrica y psicológica determinó que el policía estaba consciente y comprendía lo que hacía cuando asesinó a un comisario y un camionero e hirió a otras diecisiete personas, en un boliche de Naschel.
El inspector Walter Fabián Talquenca sabe que no podrá evitar que lo condenen. Al menos, ésa es la certeza que le expresó al diario La República de San Luis en una entrevista, en la cárcel.
Pero su defensa quiere sacarlo lo mejor parado posible del juicio oral. Por eso no se conforma con la pericia psiquiátrica y psicológica que determinó que el policía estaba consciente y comprendía lo que hacía cuando asesinó a un comisario y un camionero e hirió a otras diecisiete personas, en un boliche de Naschel.
El lunes, además de recusar al presidente de la Cámara del Crimen de Concarán, el abogado de Talquenca, Miguel Agundez, pidió que le den un nuevo plazo para hacer otro estudio psiquiátrico. Ayer, consultado por este medio, el defensor resumió en una disyuntiva su decisión de interferir el comienzo del juicio: “Acá se trata de una perpetua o no”, dijo.
El escrito de Agundez atacando al presidente del tribunal, Mario Alonso, postergó la iniciación del juicio oral, prevista para mañana.
“El presidente que sigue en el orden de subrogación es el doctor Juan Manuel Saá Zarandón, que está elaborando el decreto para notificar a las partes y a los testigos de la suspensión del debate”, informó ayer al mediodía la tercer integrante de la Cámara, Sandra Piguillem.