La jueza Marcela López Moroy pidió licencia por estrés y será reemplazada por Silvia Urioste. Hasta el momento, hubo diez detenidos y liberados por la muerte de la joven argentina en Uruguay
Tras idas y vueltas en la investigación por el crimen de Lola Luna Chomnalez (15), una nueva jueza asumirá mañana y tomará el timón del caso de la adolescente argentina asesinada en el pueblito costero de Barra de Valizas. Si bien ya hubo diez detenidos por el caso, luego fueron liberados y la investigación está trunca.
La titular del Juzgado de Letrados de Segundo Turno de Rocha deberá ahondar más profundo que lo hallado hasta ahora porque el desconcierto por la muerte de la joven aumenta. Durante el fin de semana, la jueza de Paz de Rocha, María José Camacho, quedó a cargo de la investigación, aunque no ordenó nuevos procedimientos en busca de pistas.
Al no haber pistas firmes, con la llegada de la nueva jueza la investigación deberá ir en busca de nuevos caminos y pistas más firmes que las encontradas hasta ahora, donde hubo diez detenidos que declararon y fueron luego liberados. Entre ellos estaban Hernán Tuzinkevich, esposo de la madrina de Lola, y Richard «Conejo» Gutiérrez, quien fue el principal sospechoso ya que había trabajado junto a los obreros que refaccionaban la casa donde paraba Lola y con quien se especuló que, por tener problemas económicos, habría atacado a la joven para robarle los más de dos mil pesos que ese día llevaba en la mochila. No obstante, no pudo comprobarse su culpabilidad y la investigación quedó en cero.
La desesperación y el apuro por resolver el caso, hizo que la Policía local hiciera correr información tergiversada sobre las declaraciones y actuación de los sospechosos, como por ejemplo que el «Conejo» había estado prófugo cuando en realidad nunca se había alejado más de Cabo Polonio y fue quien se entregó voluntariamente a las autoridades. También se cuestiona cómo la jueza descuidó la zona del crimen sin poner custodia ni cercarla, de modo que podía ser fácilmente alterada por cualquiera. El médano donde fue hallado el cuerpo de la joven el martes 30 de diciembre siempre estuvo liberado y eso pudo haber contaminado muchas pistas.
Respecto de la casa que alquilaron Tuzinkevich y su pareja Claudia Fernández, madrina de la víctima, también se habló mucho: recién fue allanada dos días después del crimen y hasta López Moroy aceptó que allí se instalen nuevos inquilinos. Actualmente, se están analizando una madera con pelo de la joven, un buzo de hombre y una colilla de cigarrillo que estaban en la escena del crimen.
La ex jueza desmintió haber sido despojada por sus superiores y reiteró que su alejamiento tiene que ver con problemas de salud producto del cuadro de estrés por el que atraviesa. «Eso es un disparate. Un médico constató su situación. La jueza sufrió una sobrecarga de trabajo importante y pagó el precio», explicó el vocero de la Corte. (Infobae)