Ocurrió en Córdoba, un hombre murió tras haber aspirado droga de baja calidad. Una astilla se le clavó en un pulmón. Para los especialistas, hay más casos de fallecidos por consumo de estupefacientes.
Llegó inconsciente. Con un hilo de sangre que le brotaba de la boca. De inmediato fue conectado a un respirador artificial. Jamás se despertó.
El hombre de 34 años, que había sido trasladado al Hospital de Urgencias desde un barrio de la zona sudeste de la capital cordobesa, falleció días después.
Corría octubre de este año y en la historia clínica quedó asentado: “distrés respiratorio” y “hemorragia pulmonar”.
Lo que significa que tenía una dificultad para respirar muy grave y cuando tosía expectoraba sangre.
Fuente: LaVoz