Detuvieron a otras dos personas, una de ellas, empleado de la firma. Habrían sido los autores intelectuales del cuantioso atraco. Lo confirmó el jefe de la Departamental, Oscar Zuin.
Por el cuantioso atraco al depósito de la firma riocuartense 5 H, detuvieron a otras dos personas, una de ellas, empleado de la empresa. Habrían sido los autores intelectuales del asalto ocurrido el pasado 3 de mayor.
Lo confirmó en conferencia de prensa el jefe de la Departamental, Oscar Zuin, quien consideró que ahora se cierra el círculo de sospechosos.
La Policía ya había logrado recuperar semanas atrás, en otro procedimiento, los elementos robados en el depósito de la firma Cravero Hermano. Se trata de productos de electrónica valuados en más de un millón de pesos.
Fueron recuperados televisores de 46, 42, 37 y 32 pulgadas, tablets, notebooks, netbooks y celulares.
Además, fue incautado 1,350 kgs. de cocaína lista para ser fraccionada, armas, dinero en efectivo y el vehículo en el que se trasladaban los sospechosos.
“Un millón de pesos”
El propietario de la firma Cravero Hermanos había admitido en diálogo con Telediario que no se descartan vínculos entre personal de la empresa y quienes cometieron el robo.
“En la investigación analizan connivencia con el personal”, sostuvo el empresario, quien estimó el botín sustraído en un millón de pesos.
“Está la mercadería, ahora se hace el inventario y el trasbordo y la investigación continuará”, explicó.
El robo es uno de los más cuantiosos a un comercio en los últimos tiempos. Ocurrió en la madrugada del 3 de mayo, en el depósito de la firma ubicado en la ex ruta 36.
Al menos cuatro delincuentes redujeron a los dos caseros, a quienes ataron de pies y manos en su vivienda que se encuentra en el mismo predio.
Según la primera evaluación, los ladrones sustrajeron más de 100 televisores LCD de 42 pulgadas, unas 20 notebooks, casi 30 tablets y varios teléfonos celulares.
La banda cargó la mercadería robada en una camioneta que la firma utiliza para el reparto de los productos a sus clientes.
Los investigadores creen que los autores del robo conocían el funcionamiento y las características del depósito de la empresa, por lo que sospechan que hubo una planificación previa.