Fue instituido por la Organización Mundial de la Salud en 1977. Se celebra el 3º jueves de noviembre de cada año. Ese día, el Ministerio de Salud de la República Argentina insta a los fumadores a que no prendan un cigarrillo durante 24 horas.
Se sabe fehacientemente que los fumadores pasivos, es decir aquellos que están expuestos involuntariamente al humo del cigarrillo en el hogar y en los lugares de trabajo, también pueden contraer enfermedades atribuibles al humo de tabaco como cáncer, enfermedades cardiovasculares, bronquitis crónica, infertilidad y otras. A mayor exposición hay mayor riesgo de daño.
El tabaquismo es la primera causa de muerte evitable. De las 40.000 personas que cada año mueren en Argentina a causa del tabaquismo, 15% son fumadores pasivos, es decir que si bien ellos mismos no fuman, están expuestos al humo ambiental de tabaco.
Ambientes libres de humo
Al fumar, las sustancias que componen los cigarrillos permanecen en el ambiente durante muchos días, algunas hasta 20 días. De nada sirve abrir una ventilar o fumar en el ambiente contiguo.
Los niños de hogares en los que se fuma se enferman un 50% más que aquellos que no están expuestos al humo del cigarrillo. Además está demostrado que tienen menor rendimiento escolar y mayor ausentismo.
Las posibilidades de que el niño enferme se duplica si ambos padres son fumadores. Los ambientes laborales libres de humo se benefician con características positivas tales como aumento de la productividad de la empresa, menor grado de enfermedades en los empleados, menores gastos de limpieza, reducción de los gastos en salud.
El 56% de los fumadores consultados quiere dejar de fumar pero no puede, ya que la nicotina es altamente adictiva. Por fortuna, hoy en día existen tratamientos para ayudarlos que aumentan sensiblemente las posibilidades de éxito.
Dr. Juan Carlos Martínez
MP: 20040/0 – Centro Villa Dálcar. Río IV
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