Lic Lilián Jaule.Protección Familiar. Municipalidad Rio Cuarto
A muchos padres hoy se nos escucha reclamar que nuestros hijos expresan permanentemente «aburrimiento» por no encontrar alternativas de juegos que los hagas permanecer un tiempo entretenidos.
Sin darnos cuentas caemos en el error de responder a ese aburrimiento con permitir largas horas frente a la computadora, jugando con videos y/o incorporando el celular como el único medio para comunicarse con el otro (niños,puberes, adolescentes). Sin embargo esta conducta no se aleja demasiado a la que también solemos tener los adultos, cuando nos mostramos inquietos ante un celular que no recibe la devolución de un mensaje, una computadora que no funciona, o la imposibilidad del Chat.
Angustia; enojo; irritabilidad; aislamiento; abulia; pobreza en el lenguaje verbal; deseo incontrolable de seguir jugando; búsqueda permanente del tiempo y del medio económico para hacerlo, solo son algunos de los signos que aparecen en esta generación de niños jóvenes y adultos tecnologizados.
Cuando en los niños el juego provoca estos estados de animo, ya deja de constituirse en un eje fundamental que ayuda en el desarrollo normal -que si bien cumple con funciones diferentes según la edad- a partir de la primera infancia permite el reconocimiento del propio cuerpo, para luego poder conectarse a través de las emociones con la realidad y con el otro.
El objetivo fundamental del juego a lo largo del desarrollo del niño es socializar, aprender sobre el mundo que lo rodea, desarrollar la creatividad y la fantasía, aliviar tensiones y promover la comunicación. Adquirir destrezas, habilidades y aptitudes; asumir diferentes roles, elevar el umbral de tolerancia a la frustración, y el desarrollo de valores (respeto, solidaridad, compañerismo, etc.) es lo que convierte al juego en un «ensayo para la vida». Es importante que el adulto acompañe al niño en el juego, a fin de permitirle desarrollar actitudes saludables; promover el desarrollo físico, resolver problemas y poner en práctica valores.
Algunas investigaciones llevadas a cabo manifiestan una alta preocupación por los juegos actuales. Identifican en las características de los mismos, factores de riesgo predisponentes a lo que denominan «ludopatía infantil», debido a que la conducta manifiesta de los niños, remiten a conductas específicas de esta enfermedad(conductas aisladas, desmotivación, falta de límites, baja autoestima, depresión, baja a la tolerancia a la frustración irritabilidad, enojo, impulsividad, entre otras ).
Es por esto que como adultos no perdamos de vista que somos modelos a imitar, y si los niños que nos rodean nos ven permanentemente con el uso desmedido de la tecnología y donde no podemos ponernos nuestro propio limite, tampoco resultamos creíbles y coherente cuando exigimos que ellos lo tengan. Educar con el ejemplo, prevenir situaciones futuras que pongan en riesgo la salud de nuestros niños y jóvenes, el uso desmedido, sin limites, sin control puede transformarse en un juego peligroso. Aceptando esta paradoja, «apostemos» a la salud de la generación futura.
Lic. Lilian Jaule
Area Protección Familiar
Municipalidad de Rio Cuarto.