En la semana en la que arriban a la ciudad Negri y Cobos, Jure busca el equilibrio para evitar conflictos partidarios que se sumen a los problemas de gestión. Pero, no solo la política sectorial lo condiciona. Se reunió con el Obispo, un día despúes de la polémica por la píldora del día después.
Para el intendente Juan Jure esta será una semana muy incómoda desde lo político partidario. El arribo a la ciudad del presidente de la UCR Mario Negri y del vicepresidente Julio César Cobos lo obliga a buscar un equilibrio para evitar conflictos extras que se sumen a los problemas de gestión herededados.
«Con Negri no tiene relación desde hace mucho tiempo. No ha habido motivos para que se reúnan», destacan desde el Palacio de Mójica confirmando una fría relación entre el actual mandatario y el dirigente radical.
Referentes del partido en la ciudad -sobre todo los rinsistas- cuestionan la falta de elecciones y avanzan en un recambio que incluya a los radicales aliancistas, lo que implicaría el regreso de Antonio Rins.
«Jure no quiere ponerse a pensar temas partidarios cuanto tiene que resolver los temas de la ciudad. ¿Qué cambia en el corto plazo si es Gatica o Negri el presidente del partido? El intendente lo va a recibir, pero no tienen un agenda común», ratificó un hombre cercano al actual intendente.
En el municipio también evalúan como hará Jure para recibir a Cobos sin afectar las negociaciones con el kirchnerismo en Buenos Aires en busca de fondos para obras públicas ni una posible reactivación del fideicomiso.
«Se van a encontrar porque es una obligación institucional, pero todavía no está definido donde»; indicaron.
Cobos llegará a la Sociedad Rural en otra señal de su posicionamiento en el conflicto del campo y su visita no pasará inadvertida.
Pero, no solo la política sectorial lo condiciona a Jure. La semana pasada se reunió con el Obispo Eduardo Martín en un desayuno de trabajo que surgió un día despúes de la polémica por la píldora del día después.
Oficialmente se dijo que trataron la agenda de temas sociales y que hubo un compromiso conjunto de trabajar en programas que favorezcan el desarrollo de políticas para los más desprotegidos.
Sin embargo, nadie en el oficialismo negó que en el Obispado no cayó nada bien el impulso de una declaración en contra de la decisión judicial de frenar la entrega gratuita en hospitales de la píldora.
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