Se estima que tendría alrededor de 40 mil años y se encuentra en buen estado de conservación. El animal era de la familia de los armadillos y su alimentación era vegetariana.
Restos fósiles de un Gliptodonte fueron encontrados en Lozada, a 15 km de Río Segundo, a orillas del cauce del Río Xanaes. En el sitio se encuentra trabajando Carlos Luna, técnico en paleontología, junto con un equipo para extraer la osamenta sin que sufra ningún daño.
Se estima que el Gliptodonte tendría alrededor de 40 mil años y se encuentra en buen estado de conservación. El animal era de la familia de los armadillos y su alimentación era vegetariana.
Los restos se encuentran en suelo arenoso, lo que indica que habría sido arrastrado por la corriente del río, según el especialista a cargo de la excavación. “En la vera del río Suquía se han encontrado ejemplares, pero podemos decir que éste es el que mejor se ha preservado”, aseguró Luna.
El procedimiento para la extracción del Gliptodonte consiste en excavar la zona para, primero, realizar lo que se denomina “bochón”. “Es una cubierta de tejido y yeso y hierro que se hace sobre la coraza para su traslado al laboratorio”, explica Carlos Luna. “De forma de lograr una estructura rígida que nos asegura que su traslado desde el campo hasta el laboratorio no va a sufrir ningún tipo de daño”.
La mayoría de estos fósiles encontrados en la provincia, fueron descubiertos por pobladores sin conocimiento en paleontología ni arqueología. Es por eso que Carlos Luna explicó el protocolo que hay que seguir en caso de que cualquier persona se encuentre con cualquier tipo de fósil. “Lo primero que hay que hacer es comunicarlo al Museo Provincial de Ciencias Naturales de la Provincia -aclara-. Tanto los materiales arqueológicos como paleontológicos son patrimonio del Estado provincial. Para poder aprovechar toda la información que ellos tienen necesitamos sacarlos con procedimientos específicos. Muchas veces tenemos que trabajarlos con instrumentos químicos, con técnicas específicas, registrando, por ejemplo, el tipo de segmento en el que se encuentra, registrando la posición de los fósiles, y eso necesita hacerlo personal capacitado. Muchas veces la gente con buena intención nos lleva al museo fragmentos de huesos que han visto, y los recogen. Eso no debe hacerse. Porque muchas veces tocamos el fósil y dadas las condiciones precarias de preservación, y al romperse el material, estamos perdiendo parte de nuestro patrimonio”