Lo dijo Maria Eugenia Dalmasso, la hija de Ana Gritti, un símbolo contra la impunidad en las explosiones de la Fábrica Militar de Río Tercero. La joven estuvo junto a su hermana en la primera audiencia del juicio.
«Los dos murieron haciendo lo correcto: mi papá se quedó ayudando a alumnos y colegas y mi mamá dedicó su vida a encontrar Justicia» Lo dijo en diálogo con Telediario Maria Eugenia Dalmasso, la hija de Ana Gritti, un símbolo contra la impunidad en las explosiones de la Fábrica Militar de Río Tercero.
La joven que perdió a su padre como consecuencia del estrago, estuvo en la primera audiencia del juicio, en los Tribunales Federales 2, como testigo de una lucha que aún espera por Justicia.
«Es difícil estar aquí, muy difícil. Da impotencia y se remueven muchas cosas que pasaron. La causa fue y vino muchas veces, fueron muchos años de decepciones. Fue también la pelea de mis padres», señaló.
La hija de Ana Gritti confió en que «todo no será en vano, porque la gente sabe la verdad y que el hecho fue intencional»
«18 años es realmente mucho. Quienes no tuvieron víctimas fatales también han sufrido mucho. Ese día parece de película. La gente no se olvida pero en algún momento intenta salir adelante», expresó.
Eugenia dijo que cada 3 de noviembre «nos juntamos a pedir Justicia, a rezar por las víctimas y a pedir por una ciudad a la que le quitaron amigos y familiares»
«Es difícil estar entera en este momento. Cuando ocurrió el hecho tenía 6 años, pero recuerdo de lo que pasó», enfatizó.
Añadió que ese día estaba en el colegio y su padre daba clases en el centro educativo ubicado dentro del predio militar.
«Me quedé esperando que me fueran a buscar… Me acuerdo del miedo que tenía la gente y del pánico que los padres tenían cuando buscaban a sus hijos. Ahora quiero vivir en una ciudad tranquila, lo quiero por mis hijos», expresó.