Después de asegurar que no había tenido la intención de causarle la muerte, el menor confirmó que habían peleado por una bolsa con pegamento.
San Luis – “Yo no lo quería matar”. Un chico de 15 años que observaba cómo la Policía allanaba su casa, en el barrio Néstor Kirchner, ayer a la tarde, y levantaba pruebas relacionadas con el asesinato de otro adolescente, no soportó más la presión y rompió a llorar. Confesó que él era quien, el martes a la tarde, le había pegado una pedrada mortal a José Jonathan Soria, de 16, del vecino barrio 500 Viviendas, en el sur de San Luis.
El forense confirmó que la causa de la muerte fue el golpe que el chico recibió en el parietal.
Según señala el diario La República de San Luis, después de asegurar que no había tenido la intención de causarle la muerte, el menor confirmó, delante de dos testigos, lo que otros adolescentes del barrio le habían contado el miércoles a la Policía: habían peleado por una bolsa con pegamento.
La división Homicidios allanó la casa del adolescente, apodado “el Poni”, ayer a las 16:20, con una orden del juez Penal Nº 1, Sebastián Cadelago Filippi. Fueron a buscar las prendas de vestir que habían tenido puestas el agresor y un hermano menor, de 13 años, cuando se pelearon con José Soria.
El jefe de los investigadores, comisario inspector Walter Contreras, dijo que “secuestraron vestimenta concordante con la que describían los testigos” presenciales del enfrentamiento entre el chico del 500 Viviendas y los hermanos.
Precisó que se llevaron de la casa “un pantalón negro de jean, otro jean claro, dos pares de zapatillas blancas, un buzo gris, un abrigo tejido a rayas: negro y verde, una campera azul con rayas a los costados y una chalina a cuadritos negros”. La autorización de secuestro expedida por el juez también incluía una gorra negra y una bolsa con pegamento. Pero no las hallaron.