Voy a compartir un comentario referido a la presencia de hechos agresivos desde ya el jardín de infantes, que serviría para entender las mismas situaciones en otras instancias de la escolaridad formal. El jardín de infantes posee una intencionalidad educativa ofreciendo un modelo de prevención donde se intenta desarrollar patrones de conductas basado en valores. Detectar situaciones de violencia desde temprana edad es indispensable para la prevención y es aquí donde el papel de la familia, y más adelante, el jardín, juegan un papel fundamental. El niño “imita lo que ve” con lo cual si está inmerso en un mundo de situaciones violentas, probablemente su manera de comunicarse sea a través de la agresión. Frente a esta situación, si no hay intervención del adulto, esta conducta se retroalimenta y puede dar lugar en etapas posteriores a situaciones de Bullying. Cuando un niño reacciona de manera agresiva es porque reacciona ante un conflicto. Si el adulto reacciona de manera autoritaria, castigando física y verbalmente expondrá al niño frente a un modelo de reacción violenta y son estas situaciones que en conjunto con la familia se deben evitar. El docente debe estar atento ante la aparición de conductas agresivas teniendo en cuenta que estas aparecen frente a situaciones conflictivas.
¿Cuales serian las ganancias de una conducta agresiva? Que le presten atención; conseguir lo que desea o aceptar normas; controlar o someter a los demás o que otros cedan, etc. Estas consecuencias que acabo de nombrar actuarían como reforzadores, lo que hará que el niño repita nuevamente la conducta agresiva si el adulto no la detiene.Ejemplo: Florencia entra a la sala con una muñeca, Carolina se acerca a ella y se la quita. Florencia se pone a llorar, se acerca a Carolina y pegándole vuelve a recuperar su muñeca. La maestra les pregunta a las nenas que paso y ambas justifican su accionar La docente consulta como se sintieron y las invita a pensar que otras formas pueden utilizar para obtener el juguete que desean. ¿Cual fue la intervención? La docente detecta la conducta agresiva y redirecciona la misma invitando a los niños a reflexionar sobre lo ocurrido, trabajando así la empatía.
Hay que tener en cuenta que si el niño logra lo que quiere pegandole a otro sin que nadie lo corrija aprende un modelo agresivo de éxito; esto lo va a repetir y puede derivar en un patrón de bullying.
Si bien los nenes en esta etapa difícilmente pueden sostener en el tiempo una conducta de hostigamiento, hay ejemplos en donde se puede visualizar claramente algunas situaciones en las cuales de no mediar intervención del adulto pueden en un futuro transformarse en Bullying.
La tarea de prevención que ejerce el jardín implica un trabajo conjunto con la familia.
La entrevista inicial que realiza la docente, permite conocer el entorno en el cual vive el niño, y profundizar en cuanto a aspectos que hacen a la cultura familiar (como se relacionan entre sí, qué lugar ocupa el niño dentro de esa familia, como se maneja la puesta de límites, etc.). Las reuniones de padres servirán para establecer una código de comunicación común, informando sobre qué valores nos manejamos en la institución, que concepto tenemos en cuanto a la puesta de límites y al manejo ante la aparición de situaciones de agresión. Muchas veces es necesario convocar a un profesional externo y realizar talleres en donde los padres estén informados acerca de las características de cada etapa, a fin de evitar frases tales como “son cosas de chicos” y minimizar conductas que sin la intervención del adulto pueden instalarse como patrón de conducta en el niño. En cuanto a las actividades de prevención con los niños, el Reglamento de sala es una poderosa herramienta en donde se establecen normas de convivencia, participando la familia, el niño y la Institución. Desde las salas más pequeñas el niño ira comprendiendo que todos los actos tienen consecuencias sobre sí mismos, sobre los otros y sobre los objetos. El cuento es un recurso muy valioso para el docente. Los conecta a los niños con un mundo de realidades en donde aparece el tema del sentimiento, con lo cual pueden vivenciar el ponerse en lugar del otro, poder comprenderlo y saber que siente. Por último, si los docentes detectan señales de alarma en cuanto a la vinculación de su grupo de pares podrán utilizar el juego, no solo como medio de expresión, ya que en el mismo se visualizan sus costumbres, sus intereses, su modelo de vinculación, etc., sino como medio de intervención a la hora de enseñar.
LIC ELENA FARAH