Silvia Marchisio, una mujer que dio a luz en 1976 en ese centro asistencial, denunció que a su hija la dieron por muerta y le negaron las posibilidades de verla.
En el año 2011 y luego de que se reabriera la causa contra el doctor Víctor Oscar Ruiz por supresión de menores en la década del ’70, Silvia Marchisio llevó sus dudas a la fiscalía del Dr. Julio Rivero.
Según su testimonio expuesto en el programa Así son las cosas, en enero de 1976 dio a luz a su tercera hija en la Maternidad Kowalk. En ese momento, un médico le aseguró que su hija había fallecido y se la entregaron en un cajón cerrado para que la sepultara.
Años después y luego de que su otra hija fuera confundida en reiteradas ocasiones con otra joven, Marchisio la buscó y promovió una investigación judicial.
«Hablé con ella, sentí que era mi hija y no sólo por el parecido físico, sino por lo gestual: sonríe, camina y yo veo gestos familiares», señaló, y agregó: «La encontré, le conté la historia, se conmovió mucho y prometió ayudarme haciéndose el ADN, sin embargo después se arrepintió».
Marchisio relató que en un segundo encuentro que mantuvo con la joven le llevo una fotografía de su hija y la joven le aseguró que no dudaba de su identidad, aunque le comentó que tenía una hermana con quien no compartía ningún parecido.
Investigación
Según la propia investigación llevada adelante por Marchisio, la niña fue dada a una familia riocuartense que en 1976 se trasladó a vivir Campo de Mayo y luego regresó a Río Cuarto, después de la dictadura militar.
La denunciante asegura, además, que en los archivos de la Maternidad Kowalk aparece el nombre de su hija aunque de manera ilegible, cuando el resto de lo escrito en esos documentos es completamente legible.
Desde la Justicia, el fiscal Julio Rivero promovió una exhumación de los restos de la niña en el Cementerio Municipal, sin embargo, Marchisio asegura que solo hallaron restos de una corona floral con la leyenda «tu hija política» y madera de color blanca. «El cajón que nosotros habíamos comprado era marrón y los huesos no aparecieron», aseguró.
Marchisio espera que Rivero acelere la investigación y convoque a la joven a realizarse un examen de ADN que permita determinar si tienen filiación.
«Le pido además a ella que acceda. Es un dolor necesario, de este dolor las dos juntas podemos parir su verdadera identidad», expresó, y concluyó: «Mi interés es que se sepa la verdad y le pido a los apropiadores que tengan la decencia de reconocer lo que hicieron y contarle la verdad».
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