Las pruebas en su contra se sumaron, y ahora enfrenta un juicio por la muerte de su hijo, Yutiel, de un año y medio, luego de una feroz golpiza y malos tratos.
Johana Castro, de 22 años, había sido detenida varias veces por ejercer la prostitución en la vía pública, por lo que esa tarde en que la detuvieron, lo tomó como un día más. Sin embargo, las pruebas en su contra se sumaron, y ahora enfrenta un juicio por la muerte de su hijo, Yutiel, de un año y medio, luego de una feroz golpiza y malos tratos, en un hecho ocurrido en la capital de la provincia de San Juan.
Al irse de su casa, Johana comenzó a vivir junto con su bebé en el local donde funcionaba la ex panadería Llarena, acompañada por Jonathan Flores, su mujer y sus hijos; y el hermano menor de éste, un joven de 17 años a quien indican como nueva pareja de Castro. Los dos hermanos también están detenidos por el homicidio de Yutiel, pero ante el juez Guillermo Adarvez el menor se abstuvo de declarar, aunque ante los medios se despegaron de la golpiza al nene y señalaron a Johana como única responsable.
Ese 8 de mayo, el pequeño Yutiel llegó sin vida al hospital Rawson, y según la pericia posterior, la causa de la muerte fue un desgarro en el hígado, que le provocó una hemorragia interna. Presentaba golpes en el estómago, el intestino roto, marcas de nudillos en el rostro, una fractura de cadera y otras dos en un antebrazo, una reciente y otra de al menos dos meses de antigüedad, además de dos mordeduras que se determinó fueron hechas por su propia madre.
Una de las mordeduras fue producida en la parte interna del muslo derecho y otra sangrante entre el pulgar y el índice de su mano izquierda.