El jefe de la Comisaría de Elena y el ex titular de la Departamental (foto), darán su testimonio en medio de fuertes críticas al funcionamiento de la unidad policial y al modo en que se tomaron las pruebas.
En la continuidad del juicio al policía Gustavo Baranovsky, acusado de homicidio por la muerte de su compañera Olga Meckler, declararán este martes el comisario Exequiel Pedraza, quien era jefe de la Comisaría de Elena, y el ex jefe de la Unidad Departamental, Angel Domínguez.
Los funcionarios policiales darán su testimonio en medio de fuertes críticas al funcionamiento de la unidad policial y al modo en que se tomaron las pruebas.
Rompió el silencio
Gustavo Baranovsky afirmó ante la Cámara Primera del Crimen que fue “un accidente” el disparo que terminó con la vida de su compañera, Olga Meckler.
En una nueva audiencia del juicio oral, Baranovsky dio su versión de los hechos y respondió las preguntas de los magistrados.
El policía recordó que la noche del fatal episodio, había dejado el correaje con el arma en el vehículo policial y, según relató, Meckler habría tomado la pistola, la cargó y apuntó hacia el sector del acompañante.
En su descripción, dijo que se vio “sorprendido” y al llegar a la pickup le pidió a la agente que le entregara el arma. Allí se habría producido un forcejeo en el que se activó la pistola y el balazo impacta en la nuca de la víctima.
Baranovsky precisó que Meckler “quedó en el asiento, tiesa” y observó que comenzó a perder sangre. En medio del relato, el acusado se largó a llorar y luego, añadió que su primera medida fue llamar a Exequiel Pedraza, el jefe de la comisaría de Elena.
Su superior le habría manifestado que llamaría al médico, quien arribó minutos después en una camioneta particular.
El imputado dijo que pensó en llevarla él mismo hacia el dispensario del pueblo, pero aseguró que temía generarle una lesión mayor.
“Escena contaminada”
El doctor Enrique Zabala, abogado de Baranovsky, sostuvo en diálogo con Telediario que su defendido, “tras el impacto llamó por teléfono a emergencias y al jefe de la comisaría e intentó pararle la sangre y ayudar a la víctima”.
“A los 3 ó 4 minutos llegó la unidad sanitaria pero, lo que hicieron después los jefes, no se… Acá se probaron muchas cosas: la cargaron con mucha desaprensión, la pusieron en la unidad de traslado en una posición al revés, no la sujetaron a la camilla, el chofer ni siquiera era un paramédico, se trataba de una unidad de atención y no una ambulancia, no la canalizaron… todo eso no tuvo nada que ver con Baranovsky. Si demoraron 20 minutos en trasladarla es responsabilidad de la Policía”, subrayó.
Para Zabala, “la escena del crimen se contaminó de manera espantosa, los policías que llegaron después tocaron el arma y el fiscal no ordenó el secuestro y el cuidado del arma”.
“Nos han arruinado la prueba porque no pudimos obtener rastros biológicos. Esto fue impericia, en un principio. Estamos hablando de que uno de los jefes se puso a sacar fotos y a rellenar en un libro de guardias. Nadie pensaba en Baranovsky ó la víctima, solo intentaban cubrirse ellos mismos”, subrayó.
Zabala reconoció que hubo maltrato de los jefes a la víctima: “fue hostigada por el jefe de la comisaria, que la consideraba hasta peligrosa”.
“Decían que se la tenían que sacar de encima y pidieron el traslado. El jefe no solo recargaba a todos con trabajo sino que a Baranovsky lo usaba de chofer. Veían pronografía, películas… era un contexto machista que afectaba a la víctima”, admitió.
El hecho
El 14 de marzo de 2012, el imputado disparó con su arma reglamentaria en la nuca de Meckler, quien se encontraba en el interior de la camioneta de la CAP. El violento episodio ocurrió a las 21,30 horas, cuando el móvil policial se hallaba estacionado en el estacionamiento de la sede policial.
Una discusión entre Meckler y Baranovsky por un tema laboral habría provocado la reacción del agresor, aunque el móvil nunca quedó totalmente claro.
La mujer sufrió severas lesiones que le provocaron una hemiplegia y posteriormente la muerte.
El fiscal tomó declaración a la víctima antes del desenlace fatal y pudo corroborar que el hecho no habría sido accidental.
“Era denigrada”
En la primera audiencia, el viudo de Meckler sostuvo que la mujer era denigrada por haber denunciado al comisario Adelqui Benegas, condenado por abusar sexualmente de mujeres policías.
Además, agentes señalaron que el jefe de la Comisaría hacía abuso de poder y maltrataba a los efectivos en el lugar. Incluso, señalaron que había imágenes pornográficas en la computadora del titular de la sede policial.
En la segunda sesión, declaró el médico que dio el aval para que Meckler realizara una declaración ante el fiscal de Instrucción Walter Guzmán, en la que señaló que el hecho no fue accidental. El especialista afirmó que la mujer estaba en condiciones de realizar un relato sobre lo ocurrido.
“Intencional”
Antonio Melano, abogado querellante, expresó que el disparo que hirió de muerte a la víctima “fue intencional”. Por su parte el viudo de Meckler, Germán Fenoglioafirmó que no le soprendió lo que pasó en la comisaría, porque su mujer siempre le comentaba “la forma en que se trabajaba” allí.
Por su parte, el abogado defensor de Gustavo Baranovsky, Enrique Zabala, dijo que “se trató de un accidente”