Se multiplicó la venta ambulante de camisetas, gorros, bufandas y banderas. Los bares se preparan para recibir clientes en la jornada laboral. Comerciantes admiten que cerrarán cuando juegue Argentina.
En la cuenta regresia, se multiplicó la venta ambulante de camisetas, gorros, bufandas y banderas en las calles de la ciudad.
«Hay algunas cosas saladitas, bastante caras, pero las camisetas van de los 60 a los 120 pesos. Lo que más sale es la remerita para los chicos», destacó Liso Márquez, uno de los vendedores.
Añadió que «ya no vienen las vuvuzelas sino unas bocinas de 80 pesos».
Márquez admitió que debió pedir más de 5 mil camisetas para la semana próxima por la gran cantidad de ventas.
«Si Argentina llega a la final yo voy a vender más de 30 mil camisetas. En este momento, con lo que vendí me puedo hacer un departamento y más también», subrayó.
Además, los bares se preparan para recibir clientes en la jornada laboral, cuando se disputen la mayoría de los partidos del Mundial.
«Antes impactaba el codificado, ahora la gente viene a ver el partido cuando se puede escapar del trabajo. Acá hablamos mucho de fútbol», enfatizó el propietario de un bar en calle Rivadavia.
Por su parte, comerciantes admiten que cerrarán sus locales cuando juegue Argentina. En la primera fase, dos cotejos se juegan el fin de semana, aunque en octavos afectará la tarea comercial.
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