Denuncia policial

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Bomba

Anoche hubo un nuevo cruce violento entre vecinos y la familia del Pai. La comisario Marina Rodríguez afirmó que habrá un recorrido por el sector para evitar nuevos enfrentamientos.

Otra noche violenta se vivió en la quinta donde reside un Pai Umbanda. Vecinos lanzaron piedras y hasta una botella con combustible a la quinta del umbandista, aunque afortunadamente no se accionó.
Como consecuencia del hecho, los denunciantes afirmaron que “rompieron la luneta de un auto y un vidrio”
Una ceremonia umbanda que se desarrolló el martes por la noche en Carlos Rodríguez al 1800 fue el primer antecedente violento y concluyó con presencia policial, agresiones y denuncias cruzadas.
Vecinos aseguraron que se produjeron ruidos molestos y la matanza de animales frente a la quinta que fue denunciada por usurpación.
“Todo empezó a las 12 de la noche y siguió hasta las 3 de la mañana. “El manco” mancubero con una mujer gorda petisa y otras 6 personas hacían cruces, hablaban en un idioma raro y largaban humo blanco por la boca”, relató una de las vecinas.
Añadió que “los policías sacaron fotos y nos pidieron que hiciéramos la denuncia”.
“Al principio tiraron una bomba de estruendo y unos chicos que estaban en la calle avisaron de lo que pasaba. Yo respeto la decisión de cada uno pero no puede ser que estén haciendo esto hasta las 3 de la mañana. Si no se van, los vamos a echar”, resaltó.
Otra denunciante dijo que “toda la cuadra está decidida y los vamos a sacar por las malas sino intervienen”
“Han llegado al extremo de ocupar las calles, se creen dueños del barrio”, subrayó.

“No es ilegal”

“El umbandismo no es ilegal y fuimos nosotros los agredidos” Lo dijo el Pai Umbanda Raúl Villarruel, denunciado por los vecinos de calle Carlos Rodríguez al 1800 “por ruidos molestos y matanza de animales”.
El Pai afirmó que la Policía “no escuchó nuestro reclamo” y rechazó las acusaciones de los vecinos.
La disputa concluyó anoche con denuncias cruzadas en la comisaría y el reclamo para que los umbandistas abandonen la quinta que ocupan.
“No hubo ningún ritual. Veníamos del centro y al regresar, yo venía con ropa blanca porque además de ser Pai soy enfermero. Cuando ingresamos a la casa empezaron los piedrazos, los insultos y las amenazas”, enfatizó.
El umbandista defendió las prácticas de la religión y señaló que “la matanza de animales en las calles debería terminarse porque a nosotros también nos molesta”.
“Tuvimos que hacer una denuncia anoche y pedir la ayuda de la Policía para salir de la casa. Vivimos amenazados y hasta me rompieron la luneta del auto. Estuvimos hasta las 5 de la mañana haciendo la presentación en la Comisaría”, se lamentó.

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