Las mujeres ya atravesaron por pericias que «constataron los abusos, los traumas; que determinaron que no fabulan y que sus relatos son certeros», destacó el defensor.
Mario Marina, un profesor que se encuentra con prisión preventiva, acusado de abusar sexualmente de seis mujeres de la localidad bonaerense de Pergamino cuando ellas eran adolescentes, pidió la prisión domiciliaria, mientras se espera que otras víctimas se presenten en la causa.
Las denunciantes tienen hoy «entre 25 y 30 años y fueron abusadas por este hombre identificado como Mario Marina, que daba clases de teatro en una escuela de danzas de su esposa, cuando ellas eran adolescentes, hace 10 años», explicó a Télam, Maximiliano Brajer, abogado de las víctimas.
En diciembre último, tres de ellas hicieron la denuncia por el abuso sufrido cuando eran niñas y concurrían a clases de danza y teatro en una escuela propiedad de Carina Fajar, pareja del acusado.
La imputación contra Marina, de 47 años, es por «abuso sexual con acceso carnal gravemente ultrajante agravado por su condición de educador en concurso ideal con corrupción de menores agravado, la cual pedimos que se haga extensiva a su esposa», anticipó el abogado.
En estos meses «se sumaron tres víctimas más», destacó el profesional qué contó que las mujeres «son profesionales, algunas siguieron su carrera de bailarinas y dos de ellas decidieron irse de Pergamino».
Las mujeres ya atravesaron por pericias que «constataron los abusos, los traumas; que determinaron que no fabulan y que sus relatos son certeros», destacó el defensor.
Ellas, además, están realizando terapias psicológicas y psiquiátricas en forma particular porque «están muy mal, es una situación muy difícil».
En estos meses «se sumaron más víctimas, la última lo hizo hace 10 días, espontáneamente ante la fiscal Karina Póllice de la Unidad Funcional de Instrucción y Juicio N°4», resaltó el abogado.
La causa está a cargo de Cesar Solazzi, titular del Juzgado de Garantías N° 1 de Pergamino, quien debe resolver en los próximos cinco días el pedido de prisión domiciliaria solicitada por Marino, a la cual se opone la defensa de las mujeres y la fiscal.
El proceso judicial está en «etapa de peritar los materiales secuestrados en la casa del acusado y en la escuela de danzas de su esposa, de donde se retiraron decenas de filmaciones».
Además «se van incorporando las nuevas denuncias, con los relatos de otras víctimas que deben pasar por pericias psiquiátricas, aportar testigos, informes de sus psicólogos particulares e incluso de quienes eran sus novios en la adolescencia a quienes algunas de ellas les contaron sobre los abusos».
Mientras eran alumnas de ese instituto «fueron victimas y testigos de los abusos», compartió el abogado.
La escuela de danza sigue funcionando, mientras Marino está detenido en la Comisaría de la localidad de Colón, si bien el juez «pidió cupo en las cárceles de Junín y San Nicolás», explicó Brajer.