La contundencia de la prueba condicionó al cabecilla de la banda. Fue el operativo más importante en la lucha contra el narcotráfico en Río Cuarto. Hallaron 122 kilos de cocaína en un campo de Las Barranquitas.
El fiscal Maximiliano Hairabedian pidió 12 años de prisión para el riocuartense Gerardo Carranza (56), quien sería el cabecilla de la banda que tenía en su poder 122 kilos de cocaína. El próximo miércoles se conocerá el veredicto.
El operativo Campo Blanco se había realizado en la madrugada del 28 julio de 2011 en un campo próximo a Las Barranquintas. Un día antes, expertos bolivianos habían llegado en un motorhome para iniciar el tratamiento de «la cocina» de la paste base.
En los Tribunales Federales 2, Hairabedian relató como sucedieron los hechos y la forma en que operaba la banda.
En el juicio hay 17 personas acusadas y 16 de ellas, recibieron pedidos de prisión efectiva.
Los narcos habían montado una cocina de cocaína con la intención de distribuir la droga en el sur cordobés, pero también en las provincias de San Luis y Buenos Aires.
La irrupción de policías del Eter y Drogas Peligrosas se registró cuando se había encendido una enorme fogata y los “cocineros”, seis de ellos bolivianos y un paraguayo estaban en plena tarea de fabricación.
La droga era traída desde Buenos Aires, donde tenían domicilio la mayoría de los ciudadanos bolivianos, a través de encomiendas por la empresa de transporte “El Quebrachito”.
«Más comprometido»
El doctor José Sagarraga, abogado de Carranza, reconoció que se trata del imputado «más comprometido».
«La prueba era contundente en contra de Carranza, pero muy débil en relación al resto de los integrantes de la familia», sostuvo en diálogo con Telediario.
Había escuchas telefónicas, seguimientos y testimonios de investigadores que revelaron la participación del cabecilla de la organización.
De todos modos, Sagarraga pidió que se reduzca la pena solicitada por el fiscal Hairabedian.
«La droga había sido producida y elaborada, pero no había ingresado al circuito comercial. De modo, que no hubo un daño social», enfatizó.
Norberto Carranza, hermano del cabecilla, y su esposa, Nora Alicia Tapia, podrían recibir la suspensión del juicio a prueba. Están sospechados de ser participes de almacenamiento.