El clásico italiano entre Inter y Milan tuvo como protagonistas a Mauro Icardi y a Wanda Nara. Pero no fue porque el delantero haya anotado un gol o porque la modelo haya paseado sus curvas en las tribunas: los dos fueron el blanco de las cargadas de los hinchas del equipo rossonero.
Un fanático se metió en la novela de su romance, que comenzó mientras Wanda estaba casada con Maxi López, y llevó una muñeca inflable que tenía escrito «Wanda» en su pecho.