El jugador de Independiente, oriundo de General Deheza, está acusado de haber abusado sexualmente de una chica de 21 años, pero permanecerá libre tras el rechazo de la detención.
El juez de Garantías de Avellaneda Luis Carzoglio rechazó hoy el pedido de detención del futbolista Alexis Zárate que habían formulado un fiscal y la querella en la causa en la que el defensor de Independiente está acusado de haber abusado sexualmente de una joven de 21 años.
Fuentes judiciales informaron hoy a Télam que para el juez, el pedido de detención «es prematuro», hay dudas que favorecen al imputado y en la causa aún no está probado el presunto abuso que, según la denunciante, ocurrió la madrugada del 16 de marzo en el departamento de la localidad bonaerense de Wilde donde ella dormía con su novio, el delantero de Independiente Leandro Benítez.
De todas formas, Zárate no fue desvinculado de la causa y continuará siendo investigado por el fiscal de Avellaneda a cargo de la causa, Guillermo Castro.
Fuentes judiciales adelantaron a Télam que el fiscal Castro va a apelar ante la Cámara de Lomas de Zamora la resolución del juez y en las próximas horas citará a indagatoria al imputado Zárate.
El abogado de la denunciante, Omar Daer, aseguró hoy que está «sorprendido» con la decisión judicial, anunció que evaluaba recusar al juez «por enemistad manifiesta» y deslizó la posibilidad de que éste tenga vínculos con el club Independiente.
En la resolución, a la que tuvo acceso Télam, el juez Carzoglio afirma que «la investigación del fiscal está en sus primeros albores» y que «no hay elementos para pedir la detención».
El juez señala que «hay notables diferencias entre las propias declaraciones de la víctima y la de los testigos» y como ejemplo remarcó que «en una declaración, la víctima dice que empujó a Zárate, y en la otra que forcejeó con él».
También explica que la denunciante «dice que las lesiones en su brazo -las únicas constatadas por el médico- se las hizo Zárate», pero el testigo Nicolás Pérez -otro jugador de Independiente que estaba en el lugar del hecho-, «dijo que él marcó a la víctima en su brazo cuando ella se quiso ir del departamento».
En su resolución, Carzoglio da a entender que, según una testigo, pudo haber una relación consentida entre Zárate y la chica.
«Una testigo declaró que Zárate le contó que antes de penetrar a la chica, hubo un juego de seducción y que ella enloqueció porque él terminó adentro», señala el magistrado.
Además, el juez consideró que «otra de las chicas que estuvo en la casa contó que Zárate quiso tener sexo con ella, y que a pesar de que ella se negó, el futbolista no obró como un abusador y desistió».
Tampoco le dio importancia el juez a los mensajes de texto que se intercambiaron la víctima con los amigos del denunciado y que a priori daban a entender que Zárate podía haber cometido algún tipo de abuso.
«Ninguno de los mensajes de texto los mandó el acusado Zárate, como presupone el fiscal», analiza el juez.
En varios tramos del escrito, el magistrado criticó el trabajo del fiscal Castro. «Hay una tendencia del fiscal a hacer prevalecer su tarea acusatoria, en desmedro del criterio de objetividad que debe primar», opinó.
En primer lugar, Carzoglio menciona que «Zárate pidió declarar dos veces, y el fiscal no aceptó» y agrega que la declaración del imputado «resultaría fundamental».
Además, el juez señala que «no se hizo aún la pericia psicológica para determinar si (la denunciante) tiene secuelas de abuso», que «no se preservó el lugar para registrarlo de inmediato» y que «no se hicieron careos entre aquellos que discreparon en sus declaraciones».
Asimismo, destaca que también rechazó la detención porque Zárate «siempre estuvo a derecho» y que «no hay peligro procesal».
«En principio, la duda es a favor de Zárate. Las pruebas no alcanzan», remarca el juez en su escrito.
En el tramo final de la resolución, el magistrado aprovechó la ocasión para criticar a los protagonistas y a sus familias.
«Los hechos sucedieron en el contexto de una juventud carente de formación y contención, rodeada muchas veces de promiscuidad, más la ausencia total de controles de la familia, Instituciones deportivas, y del Estado», afirma.
El hecho investigado ocurrió la madrugada del 16 de marzo, cuando la denunciante, de 21 años, fue a bailar a un boliche de Quilmes, donde se encontró con Benítez, quien se hallaba en el lugar junto a sus compañeros Zárate y Pérez.
A determinada hora, la joven y Benítez se retiraron del boliche y concurrieron al departamento de Zárate, en Wilde, donde mantuvieron relaciones sexuales.
Según la denuncia de la joven ante la Justicia, luego de las relaciones sexuales se quedó dormida junto a su novio, pero al rato fue despertada por Zárate, quien abusó de ella en la misma cama en la que dormía con Benítez.
(Télam)