En poco tiempo cuasó una revolución en las redes sociales por sus fotos. La rubia comparte fotos «selfies» y ha logrado captar la atención mundial a tal punto que ya la consideran la «competencia» de Irina Shayk, la modelo también rusa y novia del futbolista Cristiano Ronaldo. Hasta se llegó a pensar que tenía un parentesco con el magnate ruso dueño del Chelsea, Roman Abramovich.