“Si tienes una cara interesante, contacta con Ugly Models”, así se promocionaba esta agencia británica en el primer anuncio que publicaron en un periódico de 1969.
Cientos de solicitudes de personas que deseaban ser lo suficientemente feas para formar parte de la plantilla de esta empresa. Desde entonces, su éxito no ha hecho más que crecer gracias a su política de no buscar a la nueva Gisele Bündchen. “Buscamos un aspecto físico que transmita personalidad y no tiene por qué ser un modelo como los que estamos acostumbrados a ver”, subrayó uno de los directivos de esta empresa a la cadena inglesa Channel 5.
Bea Sweet es una de sus muchas modelos, aunque también trabaja como cantante de ópera.