No hay clases, ni bancos, ni colectivos urbanos, ni actividad comercial. Tampoco están abiertos al público los organismos públicos ó privados. Las calles son una postal de la desolación.
Tras el pedido del intendente Juan Jure, no hay actividad pública ó privada en la ciudad y las calles aparecen casi vacías.
Las cuadrillas del municipio, EPEC, Bomberos y Defensa Civil intentan despejar las arterias de ramas, árboles caídos y cables de alta tensión.
Durante la mañana no hay clases, ni bancos, ni actividad comercial. Tampoco están abiertos al público los organismos públicos ó privados.
El transporte urbano permance sin actividad desde la siesta de ayer, debido a que las unidades no pueden ingresar a los barrios más afectados.
Al mediodía habrá una evaluación del comité de emergencias para determinar si la actividad de la ciudad comienza a recuperarse lentamente durante la tarde.
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