Primero fueron los pendientes, luego los piercings, tatuajes y escarificaciones… y ahora llegan las joyas oculares, una idea de origen europeo pero que se ha puesto de moda en Estados Unidos. La joyería en los ojos ha llegado incluso a la televisión, con la retransmisión hace unos días de la primera intervención de este tipo en Nueva York. A pesar de las promesas de su inocuidad por parte de los especialistas que se han metido de lleno en este procedimiento, son ya muchas las voces de expertos que advierten de sus graves riesgos.
El procedimiento, denominado en inglés SafeSight Eye Jewelry, consiste en realizar, tras la anestesia local del ojo, una pequeña incisión en la conjuntiva, la membrana transparente externa. Posteriormente, el médico inserta una delgada pieza de joyería dentro de la incisión. En total, se tarda unos 10-15 minutos y el precio en las clínicas estadounidenses oscila entre los 3.000 y 4.000 dólares (entre 2.200 y 2.900 euros).
Hace unos días la Academia Americana de Oftalmología advertía a los ciudadanos del país de los riesgos de esta práctica, probablemente por la emisión televisiva de esta intervención. «No hay suficiente evidencia para apoyar la seguridad o valor terapéutico de este procedimiento», afirma Phillip R. Rizzuto, oftalmólogo y secretario de comunicaciones de esta academia. «Se insta a los consumidores que eviten la colocación en el ojo de cualquier cuerpo extraño que no esté demostrado que sea médicamente seguro o aprobado por la Agencia del medicamento (FDA)». Entre otros riesgos, se enumeran: ceguera por infección o sangrado, hemorragia subconjuntival, perforación del ojo o conjuntivitis.