Rubén, hoy vi tu hija en moto, sin casco, a una velocidad que se te helaría el cuerpo. Cuando puse la luz de giro y miré por el retrovisor para entrar a la Uni, en el espejo estaba tu ángel, la más grande, la que según vos de acá unos años es la única que te va a alcanzar un vaso de agua.
Me llama la atención la cantidad de jóvenes que conducen sin casco. A la mañana temprano los trabajadores lo usan más. Deberíamos hacer un juego de fotocopias con todas las noticias de accidentes de motos y regalársela, allí seguramente se informarán que el grupo etario de “jóvenes motociclistas”, como consecuencia de los accidentes es el primero en donación de órganos.
No me cabe duda que la campaña publicitaria local que consignaba USA CASCO ó TE SACAMOS LA MOTO comunicó bien, pero no dio resultado. Prueba de ello es que un funcionario municipal días atrás informó en la TV muy suelto de cuerpo que enterrarían en el relleno sanitario centenares de motos que sus dueños no habían reclamado.
Creo que debemos comunicar diferente, porque esa rebeldía que se traduce en el no uso de casco y en el exceso de velocidad, nos lleva a un resultado lamentable. Jóvenes fallecidos, discapacitados, con pérdidas de ciclos de estudios y jornales laborales, con daño espiritual para ellos y la familia.
La “moto” es económica, rápida, cómoda de estacionar y se están vendiendo en número cercano al de los autos, dado la crisis de los carburantes, es uno de los vehículos del futuro.
Los urbanistas deberán comenzar a diseñar las ciudades contemplando vías selectivas, cruces protegidos, pasos a diferentes nivel, todo con el fin de tener menos accidentes. Dicen los que saben que a nuestras ciudades coloniales se las diseñó en un damero de manzanas y para otras velocidades, ya que lo que allí circulaba eran carretas, sulkys y gente a caballo. Se las diseño para otras dinámicas, jamás se pensó que allí circularían autos, colectivos y… motos. Tal vez debamos empezar a diseñar “motópolis”, para cuidarnos, para cuidar a nuestros jóvenes.
Todos los diarios informan accidentes de motos, acerco el trabajo de el diario La Voz del Interior, de Juan Federico (jfederico@lavozdelinterior.
Rubén, tira algo a las brazas, ahí voy con la carpeta de recortes que tengo en casa, aunque nos acusen de “cuida”, “vigilante” o “viejo buchón”, lo hacen con cariño, tal vez sólo nos entiendan el día que a ellos les toque cuidar sus pichones.
Aroldo Argüello
Abogado
Tribunal de Cuentas de la Municipalidad de Río Cuarto
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