Un árbitro noqueó a un jugador que le reclamaba un penal. Los jugadores se le vinieron al humo y no dudó en ‘noquear’ a uno y darle un ‘patadón’ a otro, antes de sacar dos veces la tarjeta roja. Más tarde, exhibió la cartulina a uno de los suplentes y por recibir un pelotazo, mandó a las duchas a otro más.
El hecho aconteció en el partido en el que se enfrentaron Al-Nasser y Al Arabi, por la Liga de Kuwait.
Cayó en el área un jugador de la visita y el juez sancionó penal, a pesar de la polémica. Los hombres del Al-Nasser se le vinieron encima, incrédulos por la determinación. Uno lo zamarreó de su remera y le respondió con un zurdazo que lo dejó tendido en el suelo. Más tarde, se despachó con otro patadón, mientras uno de sus asistentes imploraba por calma.
Revoleó dos rojas y lo más insólito de todo, es que las acciones continuaron. La ejecución se llevó a cabo y terminó en gol para el Al Arabi, generando más bronca. Luego echó a un suplente y cuando se reanudó el juego, el que sacó del medio le apuntó y tiró un pelotazo, acreditándose otro cartón rojo. De los peores y más violentos arbitrajes de la historia.