A los hechos de violencia, se incorporaron denuncias por robo. Jure afirmó que «faltó voluntad en algunos sectores» para combatir la problemática.
Crece la polémica por las picadas y el encuentro de centenares de motos en calles de la ciudad, donde provocan un caos de tránsito. A la par de la conflictividad vial se suman los hechos de inseguridad y las denuncias por agresiones a vecinos y conductores.
La promesa de intensificar los controles logró descomprimir la tensión en la avenida Perón, aunque los motociclistas buscan otras alternativas.
El pasado fin de semana, moteros que participaban de una picada a metros de la avenida Perón asaltaron a una pareja que transitaba desde barrio Alberdi hacia el centro de la ciudad.
Según relató a Telediario Ivana Polanco, el domingo por la noche fueron sorprendidos por un grupo de cientos de motociclistas.
Dos de los protagonistas de las picadas se separaron del grupo y a punta de pistola amenazaron a Ivana y a su novio. Finalmente, les sustrajeron la moto y huyeron del lugar.
La joven fue asistida por otros vecinos que llamaron a la Policía, aunque no pudieron hallar el rodado.
Tres días antes, Ivana había recuperado la moto del depósito del Edecom tras haber sido secuestrada en un operativo de control. “La moto estaba nueva, tenía poco uso y estaba impecable”, relató conmocionada la joven.
La víctima recordó que “todo sucedió cuando los chicos de las picadas volvían de la Perón”.
“Los asaltantes nos tiraron al piso, nos apuntaron con un arma y nos sacaron la moto. No podíamos hacer nada, fue una impotencia tremenda. Actuaron a cara descubierta, con total impunidad”, afirmó.
Falta de voluntad
“No ha existido la voluntad de todos los actores para resolver el tema de las picadas, como debería haber sido” Lo dijo el intendente Juan Jure, quien insistió en que la problemática “no es solo del Edecom”.
Jure admitió que está “muy preocupado” por el crecimiento del flagelo y resaltó que “debe haber un pleno compromiso de la Policía y la Justicia”.
“Hacemos lo que podemos dentro de nuestros límites. No tenemos poder de policía”, aseveró.
Para el mandatario local, “no se trata solo de prevención, sino que son hechos delictivos”.
“Hemos manifestado la voluntad de trabajar. Vamos con el Edecom a estos lugares y permanentemente estamos buscando la voluntad del resto de los actores. Este es un problema social que se replica en muchas ciudades”, subrayó.
Denuncia y reunión
Tras la denuncia de vecinos de la Placita Hundida, quienes afirman haber padecido “un infierno” durante el fin de semana con el regreso de las picadas con motociclistas al lugar, la directora de Tránsito Viviana Olivares confirmó que mantuvieron una reunión con los afectados.
La funcionaria precisó que evalúan extender el horario de los controles para evitar que los motociclistas se reúnan en el lugar.
“La problemática está planteada y los vecinos ratificaron su petición. Le hemos ratificado la presencia, aunque necesitamos el apoyo de la Policía”, aseveró.
Olivares resaltó que “hubo roturas en las luminarias y vamos a ajustar los controles”
Tras los controles en la avenida Perón, el flagelo se trasladó al tradicional espacio verde y la concentración de centenares de motos se pudo observar el viernes, sábado y domingo “hasta altas horas de la noche”.
“Fue tremendo, le juro que este domingo fue algo espantoso hasta las 2 y media de la mañana. No fueron solo las motos, sino también los autos con escapes libres”, expresó una vecina.
Otra mujer precisó que “al problema de las picadas se sumaron la música fuerte y los destrozos de las luminarias”
“Es una obsesión por la transgresión. Antes estaba la juventud reunida y tomaban mates, tocaban la guitarra, era hermoso. Ahora, con lo de las motos es una provocación”, aseveró.
Una afectada que vive a metros del espacio verde añadió que “ni el Edecom ni la Policía los puede controlar”
“Si se ponen adelante los pasan por encima. No respetan ni a los muertos. A 100 metros hay una sala velatoria y el ruido es insoportable”, aseveró.
La mujer destacó que “no se puede descansar y la gente está desesperada”
“Tengo ganas de picar vidrio y tirarlo a la calle. Que se rompan el alma, no respetan nada”, advirtió.
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